Asakhira
Explorando territorios Patricia @révalo
Vamos siendo nuestra propia isla,
arriesgando leyendas
sobre los límites del mundo ...
                           Teresa Melo, Cuba


31.7.03  :: 19:36

Un poco más sobre rondas. He encontrado y leído varias. Y es verdad, que tras la rima y los juegos de palabras, hay un trasfondo fatal en muchas de las historias narradas, principalmente en aquellas que conservan su esencia antigua y en las que se vuelcan imágenes tradicionales de la cultura europea.

¿Qué propósito pedagógico puede haber, en sembrar en las frescas mentes de los niños, imágenes de tristeza y muerte a través de la expresión lúdica?

¿Y si las tramas rememoradas no hubieran sido poetizadas precisamente para divertir infantes? ¿Qué si su propósito hubiera sido entretener jóvenes que bailaran en ronda al ritmo al que el juglar recitara y musicalizara su trova?

Y niños alrededor. Niños que, como hoy día, hacen suyas las manifestaciones de la cultura en torno, en búsqueda de su identidad. Niños que crecen y transmiten, de generación en generación, en un idioma vivo, las cosas que aprendieron: voces, historias, palabras, movimientos.

Pero la sabiduría popular no puede andar tan lejos. Enseñar a un crío que parlotea a pronunciar la palabra muerte, sin concepto, quizás este fuera el fin ulterior de la persistencia de tales versos a través del tiempo.

Infundir en los niños para su comprensión de la vida, mientras aún conservan su pureza intuitiva y han hecho del lenguaje su juguete, imágenes de profundas verdades como el dolor, la tristeza y la mortalidad que, como su alegría, también son realidades inherentes a su naturaleza humana.

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29.7.03  :: 19:55

Juan pregunta qué quiere decir "brinca la tablita". Nada especial. En este contexto, una invitación a jugar. Quizás esta versión antigua de "La Muñeca", diga mucho más:

«Tengo una muñeca vestida de azul / con camisa nueva y su canesú.
La llevé a la playa se me constipó / llegando a la casa la niña murió.
Ya no tengo mona ni con quien jugar / solo me divierto con puro brincar.

Brinca la tablita / yo ya la brinqué,
Bríncala de vuelta / yo ya me cansé.

2 y 2 son 4 / 4 y 2 son 6,
6 y 2 son 8 / y 8, 16,
y 8, 24 / y 8, 32,
ánimas benditas / me arrodillo yo.»

¿Qué quiere decir, brinca la tablita? Nada especial. Un juego que así se juega o una forma de aprender a contar.

Es un verso de una ronda y la ronda es una danza de niños, que bailan tomados de las manos formando un círculo; un círculo que gira al compás de las coplas que ellos corean. Coplas cuyo único sentido es su propio ritmo y sonoridad, como sucede con los mantras y con los conjuros mágicos. Y para tal efecto, la acepción de las palabras se desdeña, aún y cuando entre ellas, se vislumbren historias tradicionales.

Alfonso Reyes define este tipo de poesía sintética como jitanjáforas, «creaciones que no se dirigen a la razón, sino más bien a la sensación y a la fantasía. Las palabras no buscan aquí un fin útil. Juegan solas.»

¿Alguien ha oído ahora, qué es lo que cantan los niños?

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:: 15:35

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28.7.03  :: 23:37

«Siendo esquemáticos y lacónicos, tendríamos que el plan es hacer: del norte, una gran maquila; del centro, un gigantesco mall, y del sur-sureste, una gran finca.», escribió ayer, en su misiva el Sub. Marcos respecto al plan Puebla-Panamá.

Fuera del comentario de Heriberto Yépez, no encuentro entre nuestros blogs ninguna otra referencia al respecto. Reina entre nosotros, los habitantes de este país - que paga el costo de sus hospitales, no de sus ya onerosos impuestos, sino de la caridad institucionalizada, ¡Vamos México!¡Sí se puede! -, el estado de comodidad tras la falta de impacto de las noticias desde Irak. Y ciertamente, el del EZLN, es un melodrama que ha perdido rating.

«No es asaltando las grandes mansiones y de madrugada que entrará la desgracia, sino por la puerta principal y en horas de oficina. El ladrón no tiene el físico del desposeído, sino la del próspero banquero.», advierte Marcos a los empresarios de este país.

¿Qué hacer contra la pérdida de fuerza del estado? ¿Contra el aglutinamiento de capitales? ¿Contra la concentración de poder? ¿Qué se puede proponer? ¿Cómo se podrán establecer acuerdos de interés social con las trasnacionales? ¿Quién lo va a hacer? Lo único que creo con seguridad, es que reflexionar sobre el futuro común, es también mi responsabilidad.

Eso me recuerda estos versículos del capítulo 13 del evangelio de otro Marcos: «33 Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento... 36 No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. 37 Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!»

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:: 22:09

Soy una entusiasta de las propuestas de utilización de los recursos de internet para comunicar. Tenemos la letra, la imagén, la música, las rutas de navegación. La magia para transformar lo que al lector se presenta ante sus ojos.

Hoy, vía Jardín Mil Tres, encontré nada menos que, ¡un pez vivo! <"}}>< ¿Quién explorará la historia que guarda el bosque? ¿Quién descubrirá el sueño del niño nube?


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:: 21:39
Ir al Rayuel-o-matic Digital UniversalMe entero, vía Rayuela Fotolog, que se ha completado la transcripción de éste libro a web. Busco el capítulo 129 que tenía pendiente enlazar desde mi 54. Su fecha de publicación, el día de hoy. Un último retoque.

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:: 01:45

«Tengo frente a mi un patio de manzana y muchos balcones, sobre los que hay muy pocos indicios, porque excepto en mi casa, en el resto parece que el espacio social mira hacia otra parte. Todos en el mismo sentido. Simulacro de ciudad. Esa es la mejor definición de este puerto, que ya perdió hasta lo sustantivo y se quedó con el calificativo "de recreo". Ciudad sometida al deleite de los que no la habitan. Pero aquí estamos, todavía no fincamos residencia para el día de mañana. ... ¿Sabes qué es lo que más extraño deldefe? Los no límites, me explico. Los itinerarios afectivos, urbanos, sociales, imaginarios, de la verdad, de la mentira, del dolor, de la locura, de la moral, especialmente de la moral y de la contingencia que se pueden trazar y se trazan. O sea, la ciudad misma en su asquerosa corporeidad.», me escribe Larra desde San Sebastian.

La extraño. Más en tardes lluviosas como ésta, cuando ver llover trae consigo el sabor de una larga charla con ella. Llovió la noche en que la conocí. Ella, de rostro grave, sereno, pálido. Luego llovió cada vez que fuimos al cine, cada tarde de teatro; la noche en que fuimos a aquella junta pro-EZLN y durante aquella tarde de revelaciones en El Tapanco. Y si no llovió, da igual, su recuerdo tiene ese matiz. Como si ella, tan puntual, me hubiera siempre esperado bajo la lluvia. Como si yo, cada vez que platicamos, hubiera debido aguzar el oído para escuchar su voz queda en medio de un aguacero. Creo que nunca entenderé, cómo es que nos entendimos. Ella tan reflexiva y profunda. Yo tan desordenada y trivial. Su cariño quiso concernido, adentrarse en mis opiniones, en mis conflictos, en mis lazos. Mi mudez no la desalentó, a mí su reserva tampoco. Para comunicarnos entre ambas, nos inventamos un lenguaje.

«De niña creía profundamente en la comunicación telepática y por eso, debía hablar menos de lo común. ¡qué infeliz!», escribe ella. Yo la comprendo.

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26.7.03  :: 23:24

¿Juerga? Anoche en La Zaragozana, una pareja vestida de azul rey, octogenaria. Él con la espalda encorvada, deforme. Ella con clavel rojo en el pelo, vestido chemisse y zapatillas color plata. Estaban ahí, solos los dos. Al fondo, un cantante y tres músicos interpretaban tangos. El cantante con gazne y sombrero, el acordeonista con peluquín. Tango que éstos tocaban, tango que aquellos bailaban. Ellos y un par de parejas más. Ellos, por mucho, los más viejos. Cuando los músicos se retiraron, siguió la música grabada. Los pasos dobles, las grandes bandas. Ellos seguían sus danzas. La música cesó, levantaron sillas. A las dos dejamos nosotros la cantina. Ellos platicaban con la gente tras la barra.

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:: 18:42

Performance del piano volador de Chris Stevens. Vía Paz, la mentirosa. No sé que me gusta más, si el piano o el perfomancero.

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25.7.03  :: 23:41

Ninguno de nosotros percibe el amor de la misma forma. ¿Quién podría asegurar que tú y yo vemos el mismo azul del mismo modo? ¿O que saboreamos lo salado igual? Uno de los gestos, con los que más amada me he sentido, es cuando él, tras mirarme, vestida en amarillo, dedicó más de media hora para ir a escoger al almacén un par de medias del color que más le sentaran a mi vestido.

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:: 20:49

por aquello de pa' letra muerta mejor un libro, se inaugura el espacio de interlocución. los comments. comenten, pues...

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:: 09:20

Como a Daniel, de Libros No, de alguna forma le ha servido de móvil el asunto de Mark America, pongo esta liga a este post, por si alguien pasa por aquí buscando algo al respecto.

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:: 01:30

Anoche JM me invitó a tomar un vino espumoso a su terraza. Como M no había llamado, decidí aceptar su invitación.

Si algo me fastidia es que cuando alguien queda en llamar o en venir, no lo haga. Me saca de mi sano juicio. Podrá ser síndrome de abandono o lo que quieras, a mí me acaba. Porque tengo la mala costumbre de tomar a la gente en serio, cosa mala, y el hastío de la espera me da espacio para pensar, por qué carambas soy de las que espera y no de las que dan plancha. O peor, se acrecenta en mí el deseo por el indiferente, pero el deseo insatisfecho, ése que duele. Porque a medida que uno más ansía del y al otro, su desinterés menoscaba más el, de por si cotidianamente ametrallado, amor propio.

Entonces, entra en vigor otra de esas pocas reglas de supervivencia que me he inventado. Le pongo punto final a la espera. Y aunque aguarde al mismísimo príncipe azul, me largo. Jalo de la greña a mi otro yo que sigue ansiando, y me largo. A donde sea y con quien sea. Con cualquiera que me quiera voy y adonde quiera...., dice la canción. El caso es que si mi compañía no le es grata a uno, para otro sí lo será. Y la verdad, es que siempre ha sido la más acertada de las decisiones: termino por pasarla muy bien, además de que empato al ingrato con mi olvido, aunque éste sea momentáneo.

Por lo tanto, acepté la invitación casi sin pensarlo.

Pero, luego recapacité, ¿qué iba yo a hacer con este casi desconocido en su terraza? No es mi amigo, no hemos hablado de nada fuera de sus galanteos y no tiene para mí pinta de amante, ni siquiera casual. Además hacía un mentado frío que, qué va. Si me hubiera invitado a tomar un café o una cerveza en otro lado, podría haberlo entonces explorado, pero él no tiene tiempo para eso. ¡Ah, cómo ha insistido desde que lo conozco con lo del vinillo y la vista desde su terraza! Estaba dejándome caer en sus más baratas redes. Y es que ni el vino le cuesta, en eso trabaja.

Así que repasé la regla y resolví acotarla. Cualquiera sí, pero cualquiera al que yo ya quiera o que me provoque interés. Opté por cancelarle y elegí llamar para saludar a algunos otros amigos que los tengo, yo a ellos, en el olvido. Y mira si existe la providencia. Los ángeles, que siempre andan pendientes de encontrarme lugar para que estacione el auto, me hicieron un guiño. Tan pronto llamé a JM para decirle que su invitación no me causaba ninguna ilusión, sonó el teléfono. Era JMM (y de veras, sus nombres hacen pirámide) que andaba de celebración y requería que yo le acompañase. En menos de quince minutos estuvo por mí. Más de un año de no verle. Así que la noche en que pude flagelarme finalizó, por puros azares, con el siguiente marcador. Si M llamó o no, terminó sin importarme; a JM le dejé solo, con sus fantasías, bebiendo su vino en su terraza; en tanto que JMM y yo, pasamos la noche guaracheando al son del Mamá Rumba.

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24.7.03  :: 11:18

mOndO KlichÉ - sexo, drogas y argumentos revisitados
Me encontré con estas notas de Gerardo Sinfuentes, que abandonó su blog, Punks de Clóset, por cierre de temporada.

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23.7.03  :: 03:37

Nuestras fiestas solían ser salvajes. Alguna vez el primo dijo de nosotros, que éramos adultos que nos comportábamos como niños; claro, él apenas si estrenaba sus veinte y su idea de madurez empalmaba poco con nuestros desmanes. El alcohol, el verbo, la seducción, el baile, el juego, el delirio, la ironía, la irreverencia y el chisme, nuestros sempiternos acompañantes. Unos lo tenían todo desde antes, otros lo aprendimos o lo desatamos ahí, en banda y en parte.

Aún ahora sucede, siempre y cuando haya, de la banda, más de dos miembros radicales y alguno ande guerriento, cosa que, por lo demás, es siempre probable, pese a que hemos cedido a las europas ya más de cinco miembros vitales, por lo que el punto de reunión puede darse a una u otra orilla del mar.

La abstinencia en esta banda estaba, y sigue estando, vetada; el Calcio sigue siendo el Guardián Supremo de la Tradición y Carlos, su Sumo Pontífice, sin contar con el poder de convocatoria que Jerónimo, María, el Frac, Alice, el Morc, el Mat y la misma Jen, ejercen.

Basta un par de botellas, o una cita en el Corona o en el Nivel, para que la banda inmediata se congregue. De ahí, la invariable visita a la casa más próxima, más alcohol y luego horas de inacabable charla, de agudezas abundantes y de todo tipo de barbaridades, aunque éstas últimas sean cada vez menos frecuentes por lo que los nuevos cofrades las desconocen.

Creo que comenzamos por bailar ska o a la Fanfare Ciocarlia o sones cubanos, para luego tomarnos de las manos y hacernos nudos, pasándonos por debajo de los brazos, hasta formar un apretado lío humano. O en mi casa, cuando a alguno se le ocurrió usar los muebles de la sala de obstáculo para saltar; o por jugar cebollitas o por rodarnos unos sobre otros. Quién lo puede ahora recordar. Un desborde de energía y ¡plaf! Un split, un masaje colectivo, todos en círculo con nuestras cabezas sobre el abdomen del vecino y a rebuznar. Niñerías que crearon intimidad. Tanta, que llegamos a pensar en vivir todos juntos en comunidad. De remate, a María y a mí se nos ocurrió la renta de borrachos a domicilio para animar fiestas ñoñas y así, hacer de nuestras juergas y ocio, un modo de vivir. Iniciativas que, aunque visionarias, no prosperaron, como dice el Calcio, ¡Dios Bendito! O María, ¡Qué hoRor!

Resta decir que aunque hubo daños, el recuento es breve, una costilla rota, la del Frac; la barbilla de María, que sanó; incontables crudas; algunos corazones rotos, que también sanaron; y, un par de lazos amistosos, que no.

Las fotos corresponden, la primera, a una de tantas bienvenidas y despedidas que hemos hecho, ésta de María, y en la que jugamos a las cebollitas (en la fila faltan ya varios); y la segunda, a una de las otras tantas pirámides que hicimos una noche durante nuestras vacaciones en El Chico. Ambas son del 2000. En la primera foto aparecen, del fondo hacía adelante, el Frac, el Morc, Zirán, Coco, Dimitri, Jerónimo, Alicia y el Calcio. En la segunda, de arriba para abajo y de izquierda a derecha, María, Alicia, Adriana, el Frac, Coco, el Mat, el Calcio y Toño.

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:: 00:39

Coincidencias: casi todos los postizos de esta página tienen en su fecha o en su hora de posteo un 2, ¿querrá esto decir algo?

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22.7.03  :: 16:02

Éste me encanta:
La vida es una enfermedad de transmisión sexual.

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:: 00:22

Artemio y Valentín. Me agradan sus nombres.
Cosecha de este verano.
Cuarenta días de diferencia entre sus nacimientos.
El once de junio nació el primero. El día de hoy, el segundo.
Artemio, nombre de origen griego, íntegro, intacto.
Valentín, nombre de origen latino, el que es sano, robusto.

Carlos y Jen. Jerónimo y Birgit.
Pienso en ellos. Los cuatro están de plácemes.
Unos en Londres, los otros en Düsseldorf.

Ellos dos estrenan también peich.
Un recorrido por las publicaciones de uno y
la fotografía del otro, es más que recomendable.

«Los viajes en tren son una de nuestras más infames carencias; quizá sólo comparable con la falta de un río. La Ciudad de México necesita eso: agua y rieles. Si no fuera por la furia de las lluvias, yo creo que ya hubiéramos emigrado. ¿A qué quedarse en ese deseo de piedras eternas?

Hoy viajé por una hora y cuarto desde Essex hasta mi casa. No fue fácil. Cargaba un carrito para bebe, por suerte, sin bebe. Varios kilos de verdura. Tres libros de más de 300 hojas. Una botella de ginebra y una de mezcal. Ropa sucia. Pañales. Algunas camisas con vómito. Un kilo de queso holandés. Y las confesiones de un inglés comedor de opio.»  Texto de Carlos Oliva Mendoza, Foto de Jerónimo Arteaga-Silva.

La banda creció. Tengan hijos y seremos más, solía argüir Alicia, que para ese entonces ya había recopilado seis nombres para seis hijos y buscaba patrocinio, Turbocar, Paulatina, Implícito, Oxígeno, Hartitas, Melamina y Sopadepelícano. Menos mal que en ella no se inspiraron para nombrarlos.

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21.7.03  :: 02:27

MEROKOK DAPAT MENYEBABKAN SERANGAN JANTUNG DAN IMPOTENSI
Se lee en la única cajetilla de cigarros de la que dispongo. Made in Indonesia. Gudang Garam International. Cigarrillos de clavo, que un día me regaló el Frac. Me prendo uno. La hierba encendida crepita como las luces de bengala en navidad. El humo perfuma el aire. Alargo y aspiro. Más pirotecnia, más olor a incienso. Un ligero picor en la punta de la lengua. La bocanada aromática y grata. El interior de la boca adormecido. En los labios restos de algún sabor dulzón. Ni traza de Nicotiana Tabacum. Era de esperarse.

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20.7.03  :: 00:25

con frecuencia, lo que tengo de torpe se subleva, trepa como reptil por mis tripas y se aloja ladino en mi cabeza. cauteloso, coloca tapones de cera en mis oídos y pone sobre mis ojos sus anteojos, un par de fondos de botella. Y yo creo que escucho el mar y que lo que contemplo son visiones, hasta que, dolida de tanto tropezón, lo pillo en su jugarreta. una disculpa, una caravana y a la maleta.

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18.7.03  :: 20:36

Después de cinco años de parrandas entre semana con los amigos malandrines, ya debería saber que el día siguiente es un espejismo. Son las ocho de la noche. Las horas de la tarde transcurrieron irresolutas. Me mojo el pelo. En breve, las puertas de esta casa se abrirán para otros. Ya están aquí. Yo no.

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17.7.03  :: 14:29

Con la punta del dedo recorrió el óvalo de mi rostro y apartó de mi frente los cabellos, que incorregibles, se empeñaban en ocultarle mi mirada. Acarició con igual delicadeza las líneas de mi cuello. Entremetió sus dedos en mi pelo y posó su mano en mi nuca para jalarme resuelto hacía él. La otra mano, firme en mi cintura. Su boca abierta se apoderó de la mía y nos trenzamos en un beso largo, ávido y húmedo. En duelo de ojos abiertos. Adelantó su cuerpo entero, como para domar el mío. Yo lo respiré muy hondo y sin remilgo alguno, gocé su acometida. A tiempo supe desprenderme, para verle así por última vez.
No vuelvas más...

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:: 12:56

Manengumba, un monte en el corazón de Africa.
Juan escribe desde Camerun. Blog hallado vía Rayuela Fotolog

«La television me muestra lo que ocurre en el mundo civilizado. Alli, donde pueden leer lo que escribo, alli, donde hay buena educacion, alli, donde los africanos miramos y tomamos como ejemplo. Alli, en ese mundo llamado primero. Los hombres de aquel mundo pierden la cabeza, aquellos que tienen responsabilidades se insultan como niñas. Aquellos que han de edificar un pais, destruyen otros sistematicamente. Aquellos que han de equilibrar las fuerzas de varios pueblos, para obtener la enriquecedora diversidad, se contentan con practicar la endormecedora dictadura.»

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:: 08:08

You are La mente del asesino!Which mexican blog are you?
Resulté parecida al blog de Morcillo.

You are La mente del asesino !
You are a very amusing psicotic blog.
You never wonder why being so sick (yet so entertaining) people still loves you. But you woldn't care if you knew, either. You have no boundaries.

Ja! No está mal.


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16.7.03  :: 23:03

A ver, ¿a quién le va a importar que hayas regresado a las blogueadas?

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:: 10:23

A través del blog de Hernán, hallé este sitio, perteneciente a la revista inglesa The Philosophers' Magazine on the Internet: colección de instrumentos de placer y divertimento para la razón, que ponen a prueba la coherencia de las creencias (dios, moral, tabúes, arte). Interesante, ¿verdá? Ora que lo in es no creer en nada.

Por cierto, yo no salí tan baleada.

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:: 09:34

Anoche La Camelia, La Invencible y la inevitable: la última ronda, que nunca es la última, en los territorios del Calcio, el Calicali*. Del Calcio, que es un seductor - seamos hombres - en cuanto a beber se trata. Ahí quedamos.
De Calibán, sobrenombre original del Calcio, y de Cali, casa en náhuatl.

Despierto (creo), y emprendo el regreso a casa. En el camino escucho de Jumbo, Bajo Control. Kazaa la desconoce.

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14.7.03  :: 19:47

Otra vez El Chico

Me levanté tarde, como a eso de las once. Justo a tiempo para despedir a Virginia que regresaba a Oricutín. ¡Qué mal le fue esta vez! Lo bueno fue vernos y que sí consiguió la henna para pintar tatuajes la próxima semana en Pátzcuaro. Lo malo, que no hubiera sacado lo del viaje con lo que iba a cobrar por modelar, y que se enfermara; a lo mejor porque él la llamó para decirle que su ex se había aparecido por ahí, buscándola y que, juntos, estaban echando chela.

Marina - así suelen llamarse las amigas de mis amigas - se fue mucho antes. Entre sueños la escuché prepararse café. Pelo largo y disparejo por debajo de la cintura, amargosilla, buena vibra, argentina también y de paso por la ciudad. Si el fin de semana no me decido a alcanzar a la Vica en Pátzcuaro, podría ir con ella a Tepoztlán, a levantar cartas astrales. Aunque me gustaría más probar vender zapatos y dibujar tatuajes en la feria, y que luego Vica me enseñara a hacer pan.

De casa salimos ya tarde, a las dos. A las tres llegamos a Pachuca y en pocos minutos más a Real del Monte. A mis gordas -madre y abuela- el paseo les sentó muy bien, incluso que sólo fuera la tarde. ¡Tan fácil que resulta complacerlas! Las tenía algo abandonadas, entre el trabajo, la parranda y la angustia que esta semana me provocó conocer su estado de salud y mi impotencia. Pero estaba decidida a hacerles pasar un buen rato, y bajo este estado de ánimo, no hubo calamidades. El pueblo les encantó, laberíntico y de tejados rojos, con un cielo azul, azul y un clima más caluroso que templado.

Luego de dar un paseo en carro por ahí, tomamos el corredor de la montaña para llegar a la cabaña en El Chico. Ahí estaban mis dos amigos. Al que vive en Mérida, tenía más de tres años de no verlo. Al otro le vi en su boda, hace uno; del nombre de su mujer no hubo manera de enterarme. Tras la carne asada y gozar de la tarde en el bosque, me llevé a mis gordas a conocer Mineral del Chico. Otro pueblo hermoso, éste enclavado en el corazón de la montaña. Ahí tomamos café y compramos pastes para regresar al atardecer a compartirlos con los de la cabaña.

Tal era el contento de mi abuela, que no tuvo reparo a sus 94 años de caminar entre penumbras y subir escaleras, para sentarse cerca de la chimenea y departir con mis amigos otro rato. Ahí les conté a ellos algunas de las anécdotas de aquel nuestro encerrón de semana santa en la legendaria cabaña: de la caminata diaria para ir a comprar pulque, de nuestro concurso por ver quien resistía más tiempo sin bañarse; de cuando nos quedamos sin gota de agua por desidiosos y el cuidado que debimos ponerle a los pollos de avestruz del de la tienda, cuando nos permitió llenar en su granja algunas cubetas.

Mientras lo platicaba, recordé mucho a María, a Jen cuando aún era mi amiga; a Jerónimo que llegó triste; al Frac que desde lejos se preguntaba qué manicomio sería éste; al Coco y al Calcio preparando comida; al Mat desatado; a la Alice testeando el Casco Viejo, a Zirán; la noche que nos la pasamos haciendo pirámides, la competencia de coreografías y el robo de prendas, los juegos, los castigos, los nudos.

Es bueno dejar sembrados algunos recuerdos, y de vez en vez pasar a rescatarles.

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13.7.03  :: 12:04

Si un hombre es guapo y es bueno, seguro que es gay. ¡Qué cierto! La cita era para cenar, para celebrar juntos un cumpleaños más de H.. ¡Qué bien la he pasado! ¡Qué desparpajo! Seis viejos y muy buenos amigos, sus compañeros y yo, la número trece.

A la mesa estaba la anterior pareja de H.. Esta vez con novia. Cuando ella me preguntó por lo que hago yo, sin pensarlo contesté como acostumbro, yo computo. Ella me respondió, guiñándole un ojo a él, yo también.

Supongo que es natural que los visos inesperados de las pautas sexuales de con quienes nos relacionamos, lleguen a deslumbrarnos. En mi caso, supongo que la sorpresa procede de lo que no he desaprendido sobre género. Aunque también está todo lo que no sé sobre amores, sobre apertura y confianza. No lo sé. No creo que sea cuestión de crearse posturas, sino de librarse de ellas precisamente. De mi misma sé que puedo perturbar a más de uno con mi conducta. Que para algunas personas, incluso amigas, en ocasiones puedo parecer rara, chocante, contrastante. Como para mi amigo M., tan joven cuando le conocí, que creía que para contar novios, los dedos de las manos debían bastar. ¡Qué limitante!

De regreso a la mesa, ella misma: -- ¿Cúanto tiempo juntos? ¿Siete meses apenas? No me digas. ¡Se ven taaaaaaaaan compenetrados!!!! H., más que cualquiera, celebró la ocurrencia con estruendosa risotada.

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12.7.03  :: 13:45

¿Medio-cracia?

«Para la democracia, los individuos son ciudadanos; para la mediocracia, son audiencias A, B, C, D, E... »
Pablo Antillano, Koeyú Latinoamericano, La Mediocracia.

México (131 mil usd) es el país latinoamericano que más gasta en publicidad, en la compra de medios masivos de comunicación, para campañas electorales, seguido de Argentina (97 mil usd) y Perú (27 mil usd). USA (771 mil usd) con una población y un PIB ($$$) tres y dieciocho veces mayores, gasta tan sólo seis veces más. Así lo indica un reporte comparativo del gasto de financiamiento de campañas preparado por Poder Ciudadano, organización de participación ciudadana de Argentina.

No, creo que sea el caso. Mediocracia es el control de los medios del devenir político a través de la canalización de la opinión pública de su audiencia. En este caso no se trata de eso. Sólo es gasto, excesivo e inútil. Si las recientes campañas electorales se midieran por su efectividad, resultarían un absoluto fracaso comercial. El producto esta vencido y los valores de diferenciación entre candidatos, desacreditados. La Obra Pública sería mejor inversión, más efectiva, visible y convincente -López Obrador lo demostró-, aunque también más rastreable. Todo esto me huele a que algunos se están haciendo más ricos.

PD: Monorama, me gustó.

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:: 00:47
«¿Para qué necesito un Congreso que dice representar a la Nación si yo converso con el Pueblo directamente en mi programa de televisión?»

Con este ejemplo, Jesús Silva-Herzog Márquez señalaba en su ensayo, "La Distante Legalidad"(1), cómo el populismo presidencial, pretendiendo abrir canales informales, golpea las bases institucionales de los gobiernos latinoamericanos, aumentando así, la desconfianza de los ciudadanos en la democracia. Desconfianza que hacen patente los estudios publicados en Latinobarómetro, que demuestran, que ni la mitad de los mexicanos creemos en ella como forma de gobierno y que apenas un 14% de los latinoamericanos tenemos confianza en los partidos políticos.
(1) Foreign Affairs en Español - Abr-Jun 2003

A ello habría que sumarle el desprestigio y la sensación de abuso que ocasiona el costo de dicho populismo que, como producto mercadológico, mídese ahora en términos de rating y población objetivo. ¡Vaya cuentas las que debemos pagar!

900,000 pesos (90,000 usd) cuesta cada programa radiofónico "Fox contigo". ¡Qué no inventen! ¿Cómo lo pueden justificar? ¿Qué son servicios personales? Por conducir responsablemente la marcha económica del país, a Presidencia se le pagan diarios millón cien mil, unos ciento diez mil usd (la mitad de lo que cuesta su seguridad). ¿Será acaso que bajo tal rubro, estamos pagando dobles, como tiempo extra, las horas que Presidencia deba trabajar en sábado para transmitir?

Un poco más. Porque le redacten los discursos, que luego ni escuchamos, también pagamos de más. ¿Quién dijo que no hay trabajo para escritores? Si dividimos los 28 millones y pico que pagó Presidencia por el trabajito, entre los 3 mil 89 eventos oficiales que tuvieron lugar el año pasado, bajo el supuesto de que todo hubiera sido redactado por encargo, cada comunicado o discurso costó en promedio $9,100 pesitos, que podrían ser razonables de no ser porque para ello ya está contratado todo un séquito, encabezado por su secretario particular. ¿Pues, que estarán haciendo éstos? ¿Las Memorias de la Pareja Presidencial?

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11.7.03  :: 15:22

Había ido recolectándo éstos entre los favoritos, para algún día inscribirlos entre enlaces:

¡Listo! Por cierto, Kaptain Kurtz se mudó, dejo el submundo y se enroló a La Fábrica de las Pequeñas Cosas. Karina también cambió, ahora escribe en Simulacro. Me gusta, ójala escribiera más seguido.

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10.7.03  :: 18:09

Él hace crujir las verduras al cortarlas. De la cocina manan luego los olores del guiso. Ella me relata, en tanto, historias que perfilan el temple de la abuela, a la que nunca hubiera adivinado. La cena nos reúne a la mesa. Yo como, bebo, río y departo con ellos. Me envuelvo en su calidez, su afecto. Precisaba cercanía y aquí la encuentro. Es más de medianoche cuando les dejo.

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8.7.03  :: 22:57

Explicar las coincidencias que una encuentra, es tan complicado como tratar de explicar el porqué suma uno los números de los boletos de los transportes públicos, o los juegos que hace con las letras y los números de matrículas, teléfonos y números secretos.

Con suerte, la entusiasta y muchas veces enrarecida explicación por parte de quien se figura una coincidencia, genera mero escepticismo si no es que hasta el desconcierto de aquél a quien se le intenta mostrar el evento. Pero, ¿en qué barbaridades piensa ésta?

Las relaciones entre una y otra cosa, que uno conjetura para establecer la casualidad, tienen sentido, frecuentemente, sólo dentro del mapa mental de quien lo hace, y son difícilmente comunicables porque se han construido a la par de las historias del individuo. Y el interés o la superchería con que se observa la coincidencia es absolutamente personal, a menos de que se trate de una investigación detectivesca o científica.

Sólo alguien interesado en las matemáticas podría descubrir en la cuenta de la cena la presencia de una serie de Fibonacci, o de solamente números primos.

A mí me llaman la atención algunas coincidencias léxicas. Por ejemplo, escuchar o leer fortuitamente, repetidas veces, dentro un corto tiempo, alguna palabra poco común en mi entorno. Esto me sucedió este fin de semana con la palabra “caléndula”. O bien, conocer personas con nombres iguales o parecidos que presentan rasgos similares. Carlos es un nombre muy común entre mis amigos; ahora mismo tengo cinco de ellos. Las Claudias que conozco, todas son de cara redonda. Tres de mis sobrinas están repetidas, Re-gina, Re-nata y Re-neé; las otras dos también, An-a y An-drea

Otras son los patrones que se me cumplen invariablemente, tales como que los únicos amigos que visitan mi casa sin que sea yo quien les inste a hacerlo, son extranjeros (¿Me estás oyendo, inútil?). O que siempre que estoy llegando tarde, encuentro rápidamente estacionamiento, o que mis mejores clientes cumplen años bajo el signo cáncer.

Otras más son las cadenas de hechos, y aquí yo creo que las cosas cuando se repiten, lo hacen siempre de tres en tres.

Cuando me enteré de que dos de mis mejores amigos iban a ser padres con tan solo un mes de diferencia, empecé a ver con suspicacia al Morc y al Calcio. Pero no, la coincidencia incluía también la nacionalidad de sus parejas y el país a donde irían a vivir. Lo supe después.

¿Y qué decir de las muertes que ocurren en sucesión de tres? Ahí están recientes las de Katharine Hepburn, Gregory Peck y Barry White, o las imborrables de Janice Joplin, Jimmy Hendrix y Jim Morrison, que además de la letra “j”, tienen taaaaanto más en común.

A propósito de todo esto, el Frac es una de esas personas de quienes uno dudaría, con justificadísima razón, que Barry White siquiera exista en su imaginario. Y sin embargo, por la más extraña de las razones, el sábado mencionó su nombre. Qué cara de sorpresa puso el domingo, cuando Calcio, sacudiendo ante sus ojos la nota, le increpó: ¡Tu memoria, #@%&/$, lo mató!

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7.7.03  :: 06:07

s.h.a.m.b.h.a.l.a.
He cerrado los ojos para que las imágenes
no hieran más mis retinas.
He dejado de oír para que no golpeen
los sonidos más mis tímpanos.
Abandonada por las palabras y esquiva a los sentidos,
me mantengo suspendida, inmersa.
Flotando como aguamala.
Como se flota en aguas densas.
Como se mece uno en su placenta.
Alrededor todo es suave, cálido, blando.
Es nada.

Desde la oscuridad, con nitidez percibo las visiones,
en el silencio, el ritmo del palpitar de corazones.

Sin tiempo ni noción de vigilia o somnolencia,
todos los sueños los recuerdo como si fuesen uno solo;
toda la vida, como si fuese un solo sueño,
que se disuelve en la espiral de los tiempos.


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¡Gracias Luc por el convite al alucine de tus resacas! Mat, ¡con qué apetitoso comentario me obsequiaste! Calcio, Alice, Morc, Frac, la purititita querencia eternamente refrendada. Morc, ¿hallas ahora calibrado el contraste? Epi, el mundo además de rudo, es mágico. Lo que parece tardío, sucede justo a tiempo.

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4.7.03  :: 00:16

Dos reportajes de la BBC de Londres, sobre los avances expuestos en un importante evento sobre reproducción humana y embriología, recientemente acontecido en Madrid, me han dejado intrigada.

Primero. La USA-creación de embriones hermafroditas diseñados con fines curativos. El diseño se realiza mediante la inoculación de algunas células de un embrión en otro, para este fin, de distinto sexo, mediante un procedimiento llamado chimaera. El objetivo inicial, experimentar la posibilidad de curar males congénitos de embriones defectuosos con la implantación de células de embriones sanos. Lo pasmoso, la lógica turbia del ensayo sexual y la siempre espeluznante utilización de ¿material? ¿vida? humanos. Por cierto, los fetos fueron deshechados. Lo que sigue, experimentación con animales (y la ocultación de experimentos con carne de prójimo). La meta, analizar a los individuos tras la conclusión del desarrollo fetal.

En 1998, cuando se produjo Alien IV, los límites de la ingeniería genética aún impedían ciertas mezclas de cromosomas entre distintas especies. Con los resultados de este experimento, dichos límites se tambalean. ¿Cúando estaremos oyendo de organismos transgénicos más complejos? ¿Estériles? ¿De patente? ¿Esta ola de ficción sobre clones y mutantes, es ya un adelanto? ¿Qué va a suceder con la identidad genética fundamental de la humanidad? Creo que la naturaleza resultará debilitada a la larga. Hoy día, en las clinicas para la reproducción asistida, caras por supuesto, se ofrece como servicio la posibilidad de escoger el sexo del bebé a partir de la selección de espermatozoides por la presencia o no del cromasoma X. Incluso en México. En un futuro no muy lejano, el diseño de seres humanos, será lo in.

Segundo. Crece el riesgo de aborto de fetos de varones. Ora resulta que el sistema inmunológico de las madres rechaza sus placentas. ¿Será solo en Inglaterra o estaremos por sufrir escasez occidental de hombres? No hay que perder de vista la desproporción entre géneros en China e India, donde las niñas son abandonadas por no ser productivas. Me inquieta el caso. Tan solo yo, tengo cinco sobrinas por las que preocuparme, y ya me preocupa verlas jugar solas en las fiestas infantiles.

Update-- El 19 de junio de este año, apareció en los diarios la noticia de la existencia de un bebé "salvador" diseñado geneticamente para salvar la vida de su hermano. No es el primer producto de la revolución genómica. La nota en Frontera.info y en la BBC

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3.7.03  :: 13:02

Se equivocó cuando quiso escribir la dirección de su compinche y el mensaje lo he recibido yo. Le urge a que le llame, tiene un chisme caliente que comentarle. Menciona nuestra conversación. Lo ha escrito tan solo dos minutos después de que él y yo hubieramos colgado. En el subject apuntó, te tengo una sorpresita...

La sorpresita se la ha llevado él. La que inmediatamente le ha llamado soy yo. Le he dicho que recibí un correo suyo pidiéndome que me comunicara para que me contara un gran chisme, y que ahí estoy para prestarle oídos.

El pobre güey, balbucea. Poco a poco cae en cuenta de su error. Tartamudeando me dice que no, que no es gran cosa lo que ha pasado, que mejor luego, que cuando nos veamos me lo cuenta.

Ora voy yo. Le hago evidente que he pescado la situación. Le digo lentamente que comprendo, que ahora entiendo que ese mensaje no iba dirigido a mí sino a S.. Él se avergüenza, se justifica. Su tono de voz, hace un rato pedante, se ha vuelto complaciente. Me pregunta que si estoy molesta.

No, claro que no estoy molesta, por qué habría de molestarme. En cuestiones de trabajo, sería iluso no esperar intrigas. Por el contrario, su sonrojo me premia con puntos gratis. Me otorga una ventaja inesperada en esta negociación. También él ha ganado. Ahora tiene algo mucho más sabroso para comadrear con S..

Tras el error, viene el hit.

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2.7.03  :: 18:57

Recomendable la visita a El Patíbulo, bitácora semanal de Ricardo Cucamonga, uno de los (i)rresponsables del colectivo Blog.com.

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1.7.03  :: 11:55

«En una jerarquía,
todo empleado tiende a ascender
hasta su nivel de incompetencia»
Principio de Peter

El viernes vi en video la película “People I Know” con Al Pacino que, me parece, logra una actuación estupenda al dar vida a Eli Wurman, personaje central de la trama. Eli es un hombre de mediana edad, conciente de su propia decadencia, toxicómano, enfermo y solitario, imbuido en un remolino de compromisos y trabajo que no le dan ni reposo ni victoria. Un hombre que alguna vez tuvo el poder que le brindaron sus contactos con la gente poderosa y con la prensa, y que ahora sólo tiene por cliente a un actor hollywoodense con sueños políticos (Cary Launer, interpretado por un casi desaparecido Ryan O’Neal), cuyas espaldas debe cuidar. Un hombre que se aferra al activismo político de su juventud como único pivote de su existencia. Una película sobre los modos de conservación del poder, en este caso de los grupos judíos sobre el tejido político de la ciudad de Nueva York.

Algo que me fascinó de la cinta es el parecido de Eli Wurman, un personaje casi terminal, con otros tantos que conozco de la vida real. Entonces recordé el principio de Peter. Creo que la búsqueda del éxito es una gesta que hoy día se confunde con vivir al borde de la capacidad en una espiral tensión-trabajo-enfermedad.

En su libro, Principio de Peter, Laurence J. Peter expone que las úlceras, la colitis, los desordenes alimenticios y cardíacos, además del alcoholismo, la obesidad e incluso la micción frecuente, son afecciones crónicas de pacientes en situación de éxito, cuyo origen se haya en la angustia que provoca el conocimiento de la propia ineptitud.

Entonces, perversos como somos y a raíz de la pobreza de logros en los términos que nuestra actual sociedad exige, convertimos la angustia en el campo de competencia. Hemos transfigurado las patologías en símbolo de la búsqueda de grandeza. Las afecciones han adquirido un alto valor social que se refrenda en justas siniestras. La presunción de vicios y enfermedades, exagerados e incluso simulados, tiene por finalidad crear la ilusión de empuje y osadía. Vivimos enamorados de nuestra ruina; seducidos por nuestro más funesto y logrado personaje.


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