Dos campos de fútbol transformados en cementerios, seisicientos civiles muertos. Al día de hoy no hay alto al fuego. En Fallujah, la masacre continúa, so pretexto de capturar a quienes mataron a los cuatro agentes de seguridad norteamericanos de la empresa Balckwater Security y colgaron dos de sus cadáveres de un puente, reporta Dahr Jamail, corresponsal norteamericano de The New Standard, que tiene su propio blog, Iraq Dispatches.
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