Asakhira
Explorando territorios Patricia @révalo
Vamos siendo nuestra propia isla,
arriesgando leyendas
sobre los límites del mundo ...
                           Teresa Melo, Cuba


30.11.04  :: 09:36

Natalia Ginzburg

No podemos saberlo. Nadie lo ha dicho.
Quizás allá no quede más que una red desfondada, cuatro sillas de paja desflecadas y una galleta vieja mordida de ratones. Es posible que Dios sea un ratón y que corra a esconderse tan pronto nos vea entrar. Y es posible que en cambio sea esa galleta vieja mordisqueada y mohosa. No podemos saber.

Quizá Dios tiene miedo de nosotros y escape, y largamente deberemos llamarlo y llamarlo con los nombres más dulces para inducirlo a volver. Desde un punto lejano del cuarto él nos mirará fijo, inmóvil.

Quizá Dios es pequeño como un grano de polvo, y podremos verlo solamente al microscopio, minúscula sombra azul detrás del cristalito, minúscula ala negra perdida en la noche del microscopio, y nosotros allí en pie, mudos, contemplándolo, en vilo. Quizá Dios es grande como el mar, y lanza espuma y truena.

Quizá Dios es frío como el viento de invierno, tal vez brama y retumba en un rumor que ensordece, y deberemos llevar las manos a los oídos, y agachados, temblando, replegarnos al suelo. No podemos saber cómo es Dios. Y de todas las cosas que quisiéramos saber, esta es la única verdaderamente esencial.

Quizá Dios es tedioso, tedioso como la lluvia y aquel paraíso suyo es un tedio mortal.

Quizá Dios tiene anteojos negros, un echarpe de seda, dos mastines a los flancos. Quizás use polainas y está sentado en un rincón y no dice palabra. Quizá tiene el pelo teñido, una radio a transistores y se broncea las piernas en la terraza de un rascacielos. No podemos saber. Ninguno sabe nada. Quizá no bien lleguemos nos mandará al espacio a comprarle pan, salame y una damajuana de vino.

Quizá Dios es tedioso, tedioso como la lluvia y aquel paraíso suyo es la consabida música, un revolar de velos, de plumas, y de nubes y un aroma de lirios y un tedio de muerte, y cada tanto una media palabra para pasar el tiempo. Quizá Dios es dos, una réplica de esposos librados al sopor de una mesa de hotel.

Quizá Dios no tiene tiempo. Dirá que nos vayamos y volvamos más tarde. Nosotros nos iremos de paseo, nos sentaremos sobre un banco a contar trenes que pasan, las hormigas, los pájaros, las naves. De aquella alta ventana Dios se asomará a mirar las calles y la noche.

No podemos saber. Nadie lo sabe. Es posible incluso que Dios tenga hambre y nos toque saciarlo, quizás muere de hambre, y tiene frío, y tiembla de fiebre, bajo una manta sucia, infestada de pulgas y deberemos correr en busca de leche y de leña, y telefonear a un médico, y quién sabe si a tiempo encontraremos un teléfono, y la guía, y el número en la noche demente, quién sabe si tenderemos suficiente dinero.

(Vía Rodrigues Na Net)

Hace un año aprendía a caminar yo por las calles de Santiago de Chile. Hoy, que me encuentro con esto, no puedo evitar este sentir - que no sé si sea correcto llamar condolencia o empatía - por todos los que aún siguen llorando cada vez que algún olor, rostro o relato les recuerda lo que vivieron. Y aunque sólo sea con el recuerdo, me manifiesto hoy ayer con ellos ante el Palacio de La Moneda, recorro sus calles, su barrio universitario e imagino los rostros. ¿Quién sufre? ¿Qué sufrió? ¿Quién no? ¿Quién lo está viviendo? ¿En dónde? Quizás sea sólo espanto. Espanto de saber que aún no hay dios que nos proteja de nosotros mismos.

Update: De aquí se puede descargar el Informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura publicado por la Presidencia de la República de Chile.

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28.11.04  :: 16:48

Los domingos son los días en que más inútil se percibe estar vivo (a menos de que uno tenga genuino interés en los resultados del fut).

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26.11.04  :: 22:36

La Trinchera, José Clemente Orozco

En el México Independiente del siglo XIX dos corrientes son las que contienden: la liberal y la conservadora. Los conservadores eran gente que querían justo eso, conservar las cosas más o menos como eran durante la colonia. Los liberales, cuyo más reconocido líder es Benito Juárez, no.

Si alguien se pregunta por qué Juárez siendo indígena oaxaqueño, nunca habló de indígenas, pues es por liberal: los liberales negaban la tradición hispánica, indígena y católica, a la cual consideraban una reminiscencia colonial con la que se debía romper a toda costa.

Fascinados por el progreso del norteño vecino, creyeron en sus instituciones republicanas como causa: la burguesía, la democracia representativa y el federalismo. Adoptaron por tanto como su modelo político el de Estados Unidos. Su objetivo, el futuro engrandecimiento. Su misión, crear una amplia clase pequeño burguesa con libertad de culto, trabajo, comercio, educación, expresión y pequeña propiedad. Sus enemigos, el pasado, la ignorancia; el clero, los militares y la aristocracia, cualquiera que viviera del erario público, cualquiera que se sintiese meritorio de fueros y privilegios, inclusive las comunidades indígenas. Por filiación, los liberales mexicanos buscaron y encontraron siempre el apoyo de los Estados Unidos.

Los conservadores por el contrario, lo único que veían en el progresista país, que cada vez asentaba más colonos en los poco poblados estados mexicanos del norte, era una amenaza a la soberanía, por lo que insistían en un gobierno centralista.

Curiosamente, sus acciones hicieron realidad lo que más temían. Texas, temeroso del recorte de sus facultades federales ante un giro del régimen al centralismo, se declara independiente en 1835 bajo el auspicio de los políticos liberales mexicanos Lorenzo de Zavala y Valentín Gómez Farias. Luego, al anexarse voluntariamente a Estados Unidos (1845), éste exigió que se le reconociera como límite el río Bravo, que no lo era; y así se suscitó la guerra que concluyó con la pérdida de más de medio territorio mexicano en 1848, Texas incluida.

Igualmente, la invitación que hicieran al príncipe austriaco, Maximiliano I, para ocupar el trono de México, también les resultó contraproducente, pues el príncipe era partidario de la política liberal y decretó la nacionalización de los bienes eclesiásticos, la libertad de cultos, la creación del registro civil y la legislación sobre salarios y condiciones de trabajo entre otras leyes, con lo que ratificó muchas de las Leyes de Reforma de Juárez a las que sus partidarios se oponían.

Muerto Maximiliano, una elite liberal inició lo que otros, que creían en una democracia de partidos, consideraron una dictadura unipartidista que no reconocía la igualdad política y de sus expresiones concretas: el sufragio casi universal y el derecho a la ciudadanía. En este período se proclamaron la Ley de Instrucción Pública - gratuita, laica, obligatoria y positivista -, las libertades religiosas y de prensa, el transculturamiento del indio y el fomento del nacionalismo en las letras y las artes. Se fundó la Escuela Nacional Preparatoria. Gabino Barreda - elaborador del proyecto educativo - en un discurso, resumió en tres palabras el plan de los liberales: "Libertad, orden y progreso".

Finalmente los liberales habían terminado por desbandar a los conservadores. En 1876, el general, antes juarista y liberal, Porfirio Díaz, terminó por desbandar también a los liberales.


***

Transcurren catorce años de paz forzada. Díaz reconcilia, pero a base de injusticias y de otorgar privilegios. Aprovechando la fragmentación del poder causada por el federalismo, restructuró el antiguo equilibrio de poderes regionales, enviando como gobernadores a sus más aliados más fuertes, con lo que aumentó la esfera de acción del Estado central. Los dogmas de la época: primero, paz ante todo; segundo, poca política y mucha administración; y tercero, conseguir la aprobación del extranjero. Modelar la patria por sus contornos, dice Alfonso Reyes, es el concepto del Positivismo Evolucionista, que privaba en las escuelas públicas de entonces: el ser es un producto del medio ("México es una Nuez", discurso pronunciado en Buenos aires el 3/XI/37).

La cada vez mayor ingerencia de la Iglesia católica en los asuntos políticos del país, que viola las Leyes de Reforma, desencadena en 1900 la reorganización de los liberales.

Lo que inicia como un anticlericalismo militante a poco se convierte en un aire de rebelión. Se organizan círculos, se publica, se conforma el Partido Liberal Mexicano (PLM). La respuesta del gobierno fue la cárcel de las cabezas más visibles.

A pesar del resentimiento, ante el clima de represión, los liberales mexicanos se expatriaron voluntariamente en los Estados Unidos. Allá se reorganizaron. Allí fue también donde afloraron las discrepancias dentro del grupo, relacionadas con la pugna por la dirección entre Camilo Arriaga - iniciador del movimiento - y Ricardo Flores Magón, considerado "El Apóstol de la Revolución", quien perseguido incluso por el gobierno estadounidense, que empezó a verlo como porvocador social, se vio obligado a trasladarse a San Luis, Missouri. Desde allí publica el Programa del Partido Liberal Mexicano que después será acogido por Zapata e integrado en la Constitución de 1917; y en el que se invita abiertamente al pueblo a rebelarse contra la dictadura porfirista.

Los integrantes del PLM, organizaron un movimiento revolucionario que debía estallar el 25 de Junio de 1908, pero que el Gobierno desarticuló rápidamente. En diciembre de ese mismo año comenzó a circular en San Pedro, Coahuila, un libro con el título "La Sucesión Presidencial en 1910". El autor del libro, Francisco I. Madero, no era conocido en los círculos políticos e intelectuales de la capital de la República, pero sí entre los liberales en el exilio.

Durante los siguientes años, el PLM, comandado por Flores Magón, abraza el anarquismo, mientras que el más moderado Partido Antireeleccionista comandado por Madero, aumenta su filas con los liberales que ya no comulgan con la nueva ideología de su partido.

Madero, refugiado en San Antonio, Tx, consigue adeptos para su Plan de San Luis. El 18 de noviembre de 1910, Aquiles Serdán en Puebla se sacrifica al ser descubierto. El 19, Ricardo Flores Magón publica Preciso es, proletarios y desheredados, que no os confundáis (...) Lo que necesitáis es que se os asegure el bienestar de vuestra familia, cosa que no hará, ni se los dará ningún gobierno. El 20, conforme al plan, se registran varios enfrentamientos en toda la república. En Chihuahua, Pascual Orozco y Pancho Villa los comandan; en Morelos, Emiliano Zapata. En Enero, los hermanos Flores Magón toman Mexicali con el apoyo de los wobblies y el 8 de mayo, Tijuana. El día 10, Orozco y Villa toman Ciudad Juárez y Díaz dimite de la presidencia.

Flores Magón no puede conservar el control sobre Tijuana, porque lo dejan sólo (quizás porque los seguidores en quienes confiaba eran liberales, no anarquistas) y el 17 de junio es desarmado por Madero. En Estados Unidos fue condenado a la cárcel por firmar una manifiesto dirigido a los anarquistas del mundo. Allá murió en 1922.

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:: 21:51

Quisiera escribir de cosas lindas, pero mi hemisferio cerebral derecho está de huelga. Exige aumentos y prestaciones que compensen la escasez de tus besos, la ausencia de tu risa.

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23.11.04  :: 07:17

A finales de la primera década del siglo XX, un grupo de jóvenes escritores mexicanos, entre los que figuraron el filósofo José Vasconcelos y el ensayista Alfonso Reyes, amén del poeta López Velarde, el filósofo Antonio Caso y el escritor Pedro Henríquez Ureña, fundó el Ateneo de la Juventud con el propósito de acabar con el positivismo evolucionista que había dominado durante el último tercio del siglo XIX y que tan bien había servido para justificar la dictadura progresista de Porfirio Díaz y sus científicos, principal causa de la desigualdad social que condujo al estallido de la Revolución Mexicana.

Éste es el primer esfuerzo serio por constituir, en un país donde privaba lo improvisado, con independencia intelectual, un núcleo de pensamiento que renueve y oriente la vida intelectual y educativa en México; sin el cual es imposible entender la cultura mexicana contemporánea.

Antes de este hecho, todos los valores sociales y culturales que la orientaban habían quedado alienados a lo europeo, primero por imposición durante la colonia y después por voluntad propia. Porque en el México independiente y hasta la Revolución, se adoptaron siempre modelos extranjeros - especialmente franceses y no sólo en el ámbito político -, como bien presagiara para mal nuestro Fray Servando Teresa de Mier en 1823, en su discurso conocido como de las Profecías, en el que instaba precisamente a no hacerlo de espaldas a la idiosincrasia, la historia y la realidad social de México.

Y es que tras la consumación de la independencia y durante todo el siguiente siglo, no hubo quienes tuvieran la experiencia necesaria para crear e instaurar el nuevo orden que la ex-colonia de la Nueva España requería.

« Casi nada sabemos de la historia de México - porque, como no está escrita, para medio entenderla hay que fatigarse entre muchos papeles; pero algún manual hemos leído de la historia de Francia, de la historia de Inglaterra o de la historia de los Estados Unidos, y eso nos basta. No sabemos de motín que no sea explicable por el mecanismo de la Revolución Francesa, ni entendemos de Constitución que no parezca a la Constitución yanqui. », Martín Luis Guzmán, "La Querella de México", 1915.

En primer lugar, las clases medias de la colonia, formadas por criollos y mestizos, habían quedado relegadas, casi tanto como los demás grupos sociales, de los círculos de poder reservados a los españoles peninsulares en la Nueva España, bajo un sistema político prácticamente feudal y el catolicismo ortodoxo de la contrarreforma. Sistemas que se sostuvieron durante la época de la colonia con harta intolerancia.

En segundo lugar, el descubrimiento de América para Europa representó la posibilidad de la Utopía, en nuestro caso de prolongar los ideales españoles en el Nuevo Mundo, y bajo este estigma, lo americano nunca fue un problema acerca de qué era, sino de lo que debía ser. De ahí el desinterés, ignorancia y destrucción de todo vestigio público de la cultura precortesiana (porque en lo privado algo subsistió), acto que además sirvió para que sus valores se superpusieran también dentro de lo simbólico.

Inexpertos en el quehacer político y desconocedores de la nación que pretenden dirigir, incapaces de crear un modelo de nación propio, los nuevos líderes solo podían buscar nuevos modelos a seguir, ajustados a sus intereses particulares o regionales, y lo hicieron en los focos culturales europeos.

El Estado se convierte entonces, no en una expresión política auténtica de la sociedad mexicana, sino en el aparato administrativo y jurídico importado e implantado que tiene por objeto servir de marco a los intereses hegemónicos y económicos representados por sucesivos líderes.

Pero hemos llegado ya a los albores del siglo XX. Europa está a punto de vivir la Primera Guerra Mundial. En América Latina entera, ya que el fenómeno no es exclusivamente mexicano, late la necesidad de una identidad propia como signo de alguna madurez política. Enrique Rodó, pensador uruguayo, publica en 1900 su obra "Ariel", en la que hace un llamado urgente a los jóvenes a la reflexión y a la formación de una conciencia nacional propia.

A este llamado hace eco la fundación del Ateneo de la Juventud. Sus fundadores, jóvenes de 20 años o menos, inician la búsqueda de una filosofía genuina e independiente, de una filosofía que trate de las circunstancias propias de la historia y de la gente de este país, que en tanto, vive la más sangrienta guerra interna.

« No hemos encontrado todavía la cifra, la unidad de nuestra alma. Nos conformamos con sabernos hijos del conflicto entre dos razas », Alfonso Reyes


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16.11.04  :: 07:38

« Vemos la luz del atardecer anaranjada y violeta
porque llega demasiado cansada de luchar
contra el espacio y el tiempo.
»
Albert Einstein

En verdad el Caos fue el primero en ser, dice Hesiodo, y apenas un poco después de él, que no era ni nada ni algo, vino a ser Gea: la primera de las realidades.

De ella, mucho más que sólo la tierra, nació Urano, el cielo cósmico, a quien tuvo para que la contuviera.

Eros, el amor universal, tan antiguo como la misma Gea, indujo a madre e hijo a unirse en amoroso incesto. Por Amor se fusionaron El Concepto y la Materia.

Urano ideaba el futuro y al futuro lo gestaba Gea. Así fue como nacieron los Titanes, seis varones y seis hembras, que representan las fuerzas de la naturaleza.

Después de eso, Urano se puso muy loco y los nuevos hijos que les nacieron, hasta él los encontró monstruosos. Así que los encerró en lo más recóndito para no tener que verlos, y se regocijaba en su maldad, sigue contando el poeta en su Teogonía.

Pero Gea, al fin madre, amaba a todas sus criaturas por feas que fueran y deseosa de cuidar de toda su prole, se propuso liberarlos.

No lo hiciera. Apenas se vieron libres, los Cíclopes y los Hetaconquiros - monstruos de cien brazos y cincuenta cabezas -, celosos de la belleza de sus hermanos, los Titanes, pelearon con ellos y las intentaron violar a ellas.

Tal fue la gresca, que Gea decidió encerrarlos de nuevo. Pero no perdonó a Urano por haberla hecho parir criaturas tan malhadadas y brutales.

Pidió entonces a sus hijos que la vengaran. Sólo Cronos, el más pequeño de los Titanes, pero de mente retorcida y que además odiaba a su prolífico padre, osó hacerlo.

Cuando el apasionado Urano se disponía a fecundar de nuevo a Gea, Cronos salió de su escondite, agarró por los genitales a su padre y se los cortó con una guadaña. Luego arrojó por encima de su hombro la carne cercenada lejos, al mar, a Ponto, otro de los hijos de su madre, nacido de ella antes de que Eros la uniera a Urano.

Urano perdió su inagotable potencia creadora al quedar castrado por Cronos, que representa el tiempo, y aún cuando esa no era intención, este severo señor, quien engulle a todas sus criaturas apenas nacen y al que sólo el engaño vence, inició su gobierno.

Mientras tanto, alrededor de los genitales, en medio del tibio mar y durante mucho tiempo, se formó una delicada espuma de la que un día surgió Afrodita y a la que desde el principio acompañaron Eros y Deseo.


El Nacimiento de Venus, Sandro Boticelli

Afrodita, la belleza, surge de la pugna entre Cronos y Urano, entre el deseo de conservar, de preservar las cosas y el de alteración, variedad, cambio. Es la forma en que el potencial creador trasciende dentro de un mundo castrante en el que rige el tiempo.

La Afrodita uraniana incluso parece una diosa poco femenina. No le interesan los asuntos domésticos como lo son la fertilidad, la agricultura, la familia o las labores, que son potestad de figuras que le son hasta antagónicas: Artemisa, Rea, Hera y Atenea.

Ni institucional, ni sabia, ni prudente, ni hacendosa, es sin embargo Afrodita la diosa del amor y de la belleza. Pero no del amor universal, que desde siempre es Eros; ni del amor mutuo ni del matrimonio, atribuciones, eso sí, de sus hijos Anteros e Himeneo. Tampoco es la mera atracción sexual, para eso están Amor y Deseo. Ella inspira amor por ella, no por el otro. El objeto de su divinidad es ser amada por mortales y por dioses.

Ella es la voluptuosidad, la seducción, el placer, es hasta la lujuria, es también la sensibilidad estética. Sus armas son el deleite y el sexo. Nacida del instinto y de la compulsión creadora limitados por el espacio y por el tiempo - las castrantes nociones que enmarcan la autopercepción humana -, busca mediante su contemplación abrir, para bien o para mal, los espacios creativos. No por casualidad unida a Ares, engendró lo mismo a Harmonia que a Fobos (miedo) y a Dimos (terror).

Un sólo instante Cronos está ciego, cuando sin ver arroja al mar los genitales de Urano. Es sólo en esta momentánea ceguera de la conciencia que se produce la experiencia afrodisíaca.


Venus y Marte, Sandro Boticelli

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13.11.04  :: 18:02

Advertencia en cuatro puntos
Juan Rodríguez

Fumo demasiado
desde que me falta tu beso,
es aliento del infierno
que me besa en tus ausencias.
Es el fuego de los polos de la tierra
que se enreda entre mis manos
y espanta la nostalgia de tus manos.

Fumo demasiado
desde que me falta tu beso;
me recuerda que tus horas
quedaron atascadas en mis labios,
en mi lengua.
Apago así deseos en ceniceros
atiborrados de cenizas de promesas.

En el humo se hace forma tu fantasma.
En el humo desaparecen los perfumes de tu sexo
y desaparece el mismo amor,
o se transmuta en adicción
a las llamas que arrasaron el Edén.

Fumo demasiado
desde que me falta tu beso.
Es el cuerpo celeste
que me roba lo oscuro.
El sabor y el castigo
a otra vida sin ti.
El humo que me esconde,
me atrapa y me salva
de los golpes que deja el amor.
El azúcar que mata el café,
en cajetilla impresa
con advertencia a la salud.
De advertencia que no consideré
aunque al verte por primera y cuarta vez,
en tus ojos se leía
en letra pequeñita, en cuatro puntos:
Nociva, cancerígena y mortal
para aquello que aún quedaba
de mi viejo y atropellado corazón.


"Medias Negras" del mismo Juan Rodríguez


Rural Uno

Me encantaría invitarte
a escapar para siempre
del neón y del concreto.
Bajo árboles inconscientes de la muerte,
sobre alfombras de grillos y serpientes,
escapar para siempre
de absolutamente todas las mentiras
que tejieron en las pieles
las maestras, los periódicos, la tele.

Quiero invitarte
a enterarte entre mis brazos
de que todo ese montón de estrellas
a las cuales podríamos sumarle los cocuyos,
son quizás la única luz
que jamás la urbe
podrá robarle al lugar donde se siembra.

Contarlas quizás,
hay tiempo de sobra.
Contarlas quizás,
nos quedan suficientes tequilas y ginebras.

Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis...
Y andando ya por la noventa,
que la sed de tus labios me interrumpa,
y entonces tras el beso que da vida a mi café.
Comenzar de nuevo.

Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis...
Y andando ya por la sesenta,
que el deseo de una pizza sin anchoas
nos distraiga de la suma
de esos soles pequeñitos.
Comenzar de nuevo.

Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis...
Y andando así como en la treinta,
discutir, pelear un poco,
esas cosas que entorpecen tu sonrisa,
que me matan los deseos.
Comenzar de nuevo.

Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis...
Y andando así como en la ciento
veinticinco,
es la higiene del cerebro quien nos pide
ese baño en el río de la cultura.
Albinoni, Fito Páez, Almodóvar o Fellini.
Comenzar de nuevo.

Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis...
Y andando como en tres,
el deseo va y se mete entre las piernas,
nos ordeña los sudores innombrables
y me deja moribundo entre tus brazos.
Comenzar de nuevo.

Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis...
Y andando así como en diez mil,
tú me dices que te estás enamorando,
yo cocino el desayuno y el dolor
y tú esconces bajo sábanas el fin.

Entonces llega el sol,
va y nos deja sin los números gastados.
Entonces llega la cola en la autopista,
con el cliente y el café,
con el cheque que rebota,
la llamada por cobrar,
la tarjeta del horario,
el carnet en la camisa,
el insulto en el semáforo,
el almuerzo en Burger King,
las facturas y descuidos por pagar,
el capítulo final de Rem y Stimpi,
el malandro que me quiere asesinar,
otra guerra que ya está por comenzar,
lo oxidado que destroza el radiador.

Cola infinita,
cola en el canal de mil,
cola en el hombrillo,
cola que te deja sin los grillos,
cola que devora las estrellas,
cola que se bebe la tequila,
cola de final de amor.


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12.11.04  :: 01:38

Miguel Esquirol Ríos, El Forastero, entrevistó a Juan Villoro, escritor mexicano recientemente premiado con el Premio Herralde por su novela "El Testigo".


A lo largo de la entrevista, guiado por las sencillas preguntas de Esquirol, Villoro describe las razones que lo llevaron a residir en Barcelona durante los últimos tres años; la imagen que tenía de España y de Barcelona cuando llegó y la que tiene ahora; la experiencia social y cultural que ha vivido; y la visión con que allá se encontró de lo latinoamericano.
« ... crecí con una mitología barcelonesa »

Habla también de la nostalgia, buscada e interiorizada hasta el inconsciente, efecto de su alejamiento de México.
« Sólo sueño en México, o sea paseo las noches en México »


He disfrutado mucho leer la entrevista quizás porque, además de ser una rica semblanza personal del escritor, en ella Villoro expresa algo que reconozco en mí y en otros mexicanos cuando estamos lejos; y que yo describiría como el gozoso misterio de toparnos con nosotros mismos, con nuestra identidad, ante la experiencia de lo Otro. Asombro que invita a preservar y al regreso. Resumiendo: estando fuera, me descubro mexicana en el extranjero, no extranjera; y a este país, más que como país, le descubro como vientre, hogar, Heim, Madre Tierra. El lugar de mis historias. Algo que a uno se le infiltró sin siquiera quererlo y hasta el tuétano, profundo.

Villoro también me hace pensar en ese afán por caminar por donde caminaron los que nos precedieron, y me recuerda a otro Juan, a Rulfo, y a otro Juan, a Juan Preciado, el hombre que regresa a la tierra de su madre en la novela de Rulfo "Pedro Páramo". Y entonces no sé si es a la tierra o es al pasado o es a la madre, pero me parece cierto que uno sueña con el regreso ...

« Mi historia está muy vinculada a la historia de un regreso », dice de sí mismo, pero la frase también aplica a su novela premiada.

Finalmente me encanta cuando dice que si Vila Matas dice que Barcelona es la Madame Bovary de las ciudades, la de México es Janice Joplin. ¡Ja!
« México es un surtidor continuo de misterios. »

En el blog de Esquirrol Ríos, El Forastero por buenas razones, se encuentra la entrevista.

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9.11.04  :: 23:42

Der Mauer, Berlin 89


Foto de Frederik Ramm.

Separation Wall, Jerusalén hoy


Foto de PRCS.

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:: 14:10

El sol está atormentado. Su emanación roza a la tierra y la despierta con una aurora boreal que la abraza toda, desde la cola de su blanco zorro ártico hasta su tibia california.

Vía Citus64.

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8.11.04  :: 19:38

Teotihuacan y Wal-Mart.

Siguen las protestas por la apertura de la tienda de la cadena Wal-Mart en el pueblo de San Juan Teotihuacan, en el perímetro C de la zona arqueológica.

En la parte baja de la foto se puede apreciar la Bodega Aurrera, a franjas verdes y marrón; y en la parte superior, las pirámides del Sol y de la Luna sobre la Calzada de los Muertos.

¿Qué es a lo que llaman "invasión" los activistas? ¿Qué es lo que defienden? Yo creo que más que a la arqueología o al paisaje, es a la cultura y comercio locales.

Porque no es verdad que la tienda haya arruinado el paisaje, o que haya sido construida demasiado cerca de las pirámides, o que se encuentre sobre una importante área de posibles descubrimientos arqueológicos, como muchos lo han expresado y que internacionalmente es lo que ha impactado. Pero sí viene a competir con los comercios establecidos en el pueblo desde hace años, y con ello a alterar no sólo el modo de vida de los pequeños comerciantes, sino también el de los productores locales y el empleo en esta zona que puede considerarse rural.

El impacto no sería tan temible, si los consumidores locales no estuvieran dispuestos a modificar sus hábitos de consumo. Y es que frente a las formas modernas de comercialización y mercadotecnia de los supermercados - en cuanto a organización, disponibilidad, precio, presentación y medidas de seguridad y sanitarias -, los cuatro canales tradicionales del sistema de abasto nacional - mercados, tianguis y tiendas de abarrotes y especializadas, como verdulerías - se han quedado rezagados, lo cual no fomenta la lealtad de su clientela (57% de mexicanos entrevistados, incluso a nivel rural, han declarado que prefieren abastecerse en los supermercados).

Así es esto del abarrote.

Yo creo que el esfuerzo por bloquear podría ser mejor encaminado al fomento de normas de comercio y hábitos de consumo que impulsen el comercio vecinal frente a la competencia global. Que hagan ver al comprador que adquirir productos y servicios locales, es una inversión, porque si ese gasto se queda aquí, servirá para fomentar la actividad regional que es de la que finalmente también vive el consumidor; y que al comerciante le lleven a aprender que la ganancia es limitada, no solo por el mercado, sino también por el compromiso de beneficiar a su alrededor.

La queja por Teotihuacan, el Lugar Donde Nacen Dioses, no es por Teotihuacan en sí mismo, sino contra el empobrecimiento, y es porque este pueblo tiene un nombre que atrae oídos.

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3.11.04  :: 23:41

¡Ahí viene El Coco!

Ayer vi The Ace of Hearts con Lon Chaney, una película muda de 1921. Tenía curiosidad por conocer algo del "Hombre de las mil caras" y renté una trilogía.

En ella un grupo secreto, sin filiación política explícita, decide la muerte de uno a quien consideran peligroso para la sociedad, "el hombre que ha vivido demasiado". La misión se ve entorpecida cuando el elegido para llevar a cabo tal acto se enamora y .. bueno, la historia se debilita.

El caso es que el tema y la época en que se desenvuelve la trama, y los avances sobre los resultados de las votaciones de nuestros vecinos, me hicieron recordar anoche algunos escritos de León Trotsky sobre la ineficacia del terrorismo, que se pueden encontrar aquí. Del que señalo, extraigo la siguiente cita:

« Que un atentado terrorista, incluso uno "exitoso", cree la confusión en la clase dominante, depende de la situación política concreta. Sea como fuere, la confusión tendrá corta vida (...) Pero el desorden que produce el atentado terrorista en las filas de la clase obrera es mucho mas profundo (...) El camino del infierno está empedrado de buenas intenciones. Mientras la burocracia soviética no sea derrocada por el proletariado -lo que eventualmente ocurrirá - cumple una función necesaria en la defensa del estado obrero. En caso de cundir, el terrorismo al estilo Nikolaiev podría, si se dieran otras circunstancias desfavorables, servir sólo a la contrarrevolución fascista. »

No cabe duda de lo oportuna que fue la exhibición del video de Osama Bin Laden en el ánimo del pueblo estadounidense para excitar su furia, su fervor patriótico y su sentimiento de vulnerabilidad. Les hizo sentir que bajar la guardia es peligroso y la mayoría ha optado, como ha hecho cada vez que están en guerra, por mantener su hegemonía militar y económica.

Pero, ¿qué trajo a Osama de nuevo a primera plana y a todos los noticieros, tras tres años de silencio?

En su novela de ficción política, American Hero (1993), Larry Beinhart planteó, en torno a la primera guerra del Golfo, que primero Margaret Thatcher y después los presidentes norteamericanos, Reagan y Bush padre, han utilizado la guerra como argumento para crear el mito del presidente heroico que conviene reelegir (aquí se pueden encontrar fragmentos de la novela traducida como Parte de Guerra):

« (...) difundiremos en los medios de comunicación la enorme potencia y peligrosidad de nuestro enemigo. La dificultad de nuestra tarea. La devoción y heroicidad que requiere batir a ese fanático endurecido, bien armado, experto y asesino. »

En The Librarian, su más reciente novela, introduce el tema del terrorismo en la estrategia política. Sin embargo, el argumento es el mismo: el impacto de los medios sobre el electorado y la utilizacion de los estereotipos. Porque, ¿qué es la guerra para el pueblo norteamericano? Él mismo contesta,

« La guerra es John Wayne. Es Randolph Scott y Victory at Sea. Es Rambo, La guerra de las Galaxias, Apocalypse Now, son las bolsas de cadáveres en la CBS. Es Combate, The Rat Patrol, Patton. El rostro de la guerra no es la realidad. Es la televisión y las películas (...) la gente prefiere una historia buena y sólida a una verdad elusiva y compleja. » (American Hero)

Ficción o no, me parece cierto que nada ha apuntalado mejor el encumbramiento de Bush, y ahora su reelección, como El Fantasma de Osama Bin Laden y el desorden producido por el acto terrorista del 11/9 en el pueblo norteamericano.

En fin, la vida sigue y nuestros miedos no cambian, por eso el cuento se repite y hay cosas que siguen tendiendo vigencia.

Hoy veré la mejor película de la trilogía de Lon Chaney, estrella del cine mudo y leyenda del cine de terror, Laugh, Clown, Laugh. Es verdad que impresiona su actuación (muda) y su capacidad de crear cientos de personajes en una época en que los monstruos, comparado con ahora, apenas si usaban maquillaje.

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:: 19:15

En Casa

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:: 19:04
Panteón
de
Dolores
Ayer
al
atardecer
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1.11.04  :: 13:17

Los míos son pocos. Mario, Ángel, Iván y Pedrito. Mi tía Julia y su hija, mi tiíta MariCarmen. Mi abuelo, ... ¿Quién más? ¡Ah, mi padre! ¿Quiénes son los tuyos, abuela? Pues mi papacito, Francisco, y mi madre. Mi hijo Dieguito ... ¡Ay, y mis compañeras del básquet! Pero abuela, Dieguito es niño y a él tuviste que habérselo puesto para hoy que es día de Todos los Santos y se celebra a los niños, porque mañana es de los Fieles Difuntos. Le puse una lamparita, pero no iba a ponerle un altar sólo a él. Iba a estar muy solito, mejor que se quedé con los grandes. Ascención, mamá, nos falta, y mi tío Paco y el tío José. En la foto está también Emma... ¿Sabes cómo le decía tu padre? ¿No? Carlos Quinto. ¿Porqué? ¿Por el chocolate? No, porque siempre estaba con una copa en la mano. ¡Abuela! ¿Para qué traes tu foto? Tú todavía estás de este lado.

A ver, vamos a poner aquí el diccionario para levantar un poquito y poder recargar los retratos. ¡Tráete el directorio! Extiende de aquel lado el mantel y ... adornamos las orillas de la mesa con papel picado. ¿No nos falta nadie? ¿Vivirá aún tu tía Lupe? No lo sé, hace varios meses que no me escribe su nieto. Habrá que llamarles. Este año me acordé de Sarquis, mi amigo, y de Ramón, mi compadre, pero de él no tengo foto. ¿Ni una? ¡Ah sí! Precisamente la del bautizo, pero de Sarquis sólo tengo un libro de fotos que me regaló hace ya tanto. Pues ha de ser suficiente para invitarlo. ¡Imagina cómo le hacían antes que no tenían retratos! ¡Ah, pues ponían alguna prenda del difunto! Pues ese libro es definitivamente algo suyo.

Mario podía hablar horas enteras sobre porcelana inglesa y tapices. ¿Te imaginas un altar con porcelana inglesa? Cuando se ponía en ese plan catrín, era insufrible. Siempre le gustó el buen comer. ¡Qué buenas comidas preparaba! ¡Qué Chiles en Nogada! Le va a gustar el mole que para hoy guisamos. Nos quedó exquisito, pruébalo mamá, ¿te pongo un poco en un bolillo?

Para Pedrito, el libro de poemas, abierto donde está "Suave Patria". A mi querido Iván ... un toque. No, no lo dije en serio, tranquilas. Veamos, ¿cervezas? Sí, está bien, las cervezas son para todos, y el ron y el tequila. Una novela para Ascensión que murió de amor ... Abuela, ¿qué quieres ponerles a las basquetbolistas? Un listón como de medalla ... y flores. Todas, menos Dora, tuvimos tan mala pata. No llores, abuela. Ya todas están en mejor vida, sólo quedo yo en este valle de láqrimas ... La foto de mi niño, ¡aléjala de las botellas! A él ponle cerca el juguetito.

Tu tío Paco, tan lindo, ese hombre era una dama. ¿Te acuerdas máma, qué bonito bailaba con Lupe tango? A él, a tu tío José y a tu padre les gustaban los tangos, los boleros y el danzón; las corridas de toros, el box y el béisbol. ¿Te acuerdas que hubo un año en que les pintamos unas entradas? ¿Cómo ves si ahora les ponemos un radio? Como para que escuchen la crónica de los partidos y su música... si es que todavía la programan. A tu abuelo ponle la cruz que hizo con tubería, unas pinzas y un desarmador. Un sombrero y un puro para papá. Para Pedrito, que murío de efisema, cigarros.


Sobre los altares del día de muertos, de Carlos Corrales Díaz.

El pan, "huesitos" y hojaldras. Dos cacerolitas con mole, otras tantas con dulce de calabaza y dos platos de tamales. Cervezas, el tequila y el ron. Sírveles unos caballitos de tequila. ¿Cacahuates? Para Ángel, ¿no te acuerdas que con uno se murió? ¡Qué comilona para los que murieron diabéticos! ¡Y para los que murieron de cáncer! Pobrecita de mi tía Julia que dos veces se murió: diez años cuidando de la tiíta y luego ella muriendo otros diez. Guayaba y cañas para decorar. Aquí la jarra con agua, aquí la sal. ¡Qué bueno está el incienso! ¿Lo compraste con la hierbera en el mercado? Tráete las tablas de picar, para poner encima los incensarios. No se vaya a quemar la mesa, y de una vez colocamos la mitad de las veladoras. Nos faltaron más calaveritas de azúcar. Muchos pétalos de cempazúchitl, ¡échale por todos lados! ... Mira cómo pinta los dedos. Ya, ya va quedando. ¡Abuela! ... pero, ¿qué haces con la foto de Emiliano Zapata? Pues yo lo quiero mucho, a él y a sus zarrapastrosos y los quiero poner ahí. ¡Esos eran hombres! No como el tal Fox .


Jarabe en Ultratumba de José Guadalupe Posada.

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