Asakhira
Explorando territorios Patricia @révalo
Vamos siendo nuestra propia isla,
arriesgando leyendas
sobre los límites del mundo ...
                           Teresa Melo, Cuba


16.2.06  :: 00:13

Me han lanzado dos estafetas en lo que va de este mes y como son temas de los que se me antoja hablar, pues hoy me decido a tomarlas.


Para Pablo: Mis cinco hábitos extraños

Soy un caos natural, pero los hábitos me redimen y soy perseverante. Así que hacer hábitos inhabituales (nada como comer a tiempo o salir temprano de casa) es mi primer hábito extraño.

Mi segundo hábito extraño es evadir hablar sobre mí misma. ¿Porqué? Porque cualquier cosa que diga, en el mismo momento en que la pronuncio, siento que se torna falaz e irrelevante.

El tercero es cada mañana, después de despertar y antes de abrir los ojos, preguntarme alguna cosa como "¿qué es la vida?", ingeniar una respuesta e imaginar acorde a ella cómo viviré - o en su caso, sobreviviré - el día, estrategia incluída.

El cuarto es hacer un balance del día siempre por ahí de las cuatro. Si he cumplido con lo concebido, me doy por contenta y apuro la tarde; pero si he sido un revés, termino de echar el día a perder con conciencia, que no significa que lo desperdicie, sino que cedo a lo no planeado. Muchas veces lo primero conlleva su buena dosis de adrenalina.

El quinto que voy a mencionar es despertar siempre a la hora que quiero al acostarme y que rara vez es demasiado temprano en días de labor, pero es siempre tempranísimo si son días de reposo.

¿Hay alguien más que quiera y aún no haya ya contado de sus hábitos? Yo le invito.


Para Armando: ¿Qué hago yo por mi país?

Quejarme.

Creo en la queja todopoderosa creadora de estadísticas y reacciones... Este es un tema que alguna vez ya le planteé.

Estoy segura de que si los mexicanos nos tomáramos todos el tiempo para quejamos - no en el café o por e-mail, sino en los foros adecuados - de los malos servicios recibidos, públicos o privados, de los malos productos, de la falta de oportunidades, de los errores médicos, de los chóferes que conducen mal... no habría tanta decidía por hacer las cosas bien.

Creo que a todos nos importuna y nos obliga la evidencia de que no estamos cumpliendo bien nuestro trabajo, por mejor "parado" que se esté.

¿Y cómo quejarse? Con el voto, con la denuncia, con la actitud, con la asistencia, con la inasistencia, con la compra, con la manifestación y con dignidad e insistencia. Hay que dejar evidencia sensible de la opinión adversa. Y por supuesto, hay que tener calidad moral para quejarse.

Resignarse es no ayudar a corregir. Es verdad que un solo quejoso no hace bulto y que no estamos acostumbrados a que nuestras quejas se atiendan. Pero si me quejo yo y te quejas tú, alguien alguna vez notará que ahí hay algo por mejorarse, incluso una oportunidad para desbancar a un rival y en ello baso el poder del reclamo.

¿Qué más hago?

Creer en mi país. Creer en sus posibilidades. Invitar a otros a creer en él, a invertir en él. No esperar que el gobierno me resuelva la vida, sino pensar y fomentar en otros el pensar que el país somos nosotros y no tenemos necesidad de caudillos ni blanquiazules ni amarillos para despuntar. Que es más, que creer que necesitamos de un caudillo o que nuestro futuro depende de ellos, les otorga un poder que no merecen y que bien puede residir en distintas instancias de la sociedad civil.

Ejercer mi capacidad de compra a favor de mexicanos comprando productos mexicanos de fábricas de capital mexicano que de preferencia no paguen patentes sobre todo a Estados Unidos ni por la marca ni por el producto en sí. Son extraños en los supermercados pero los hay en otros lados: jamones, leche, papel de baño, chocolate (es espantoso lo que pasa con el chocolate mexicano, es una especie en peligro de extinción).

No comer ni tomar café en establecimientos de franquicias norteamericanas.

No lo hago por fastidiar, sino porque creo que si los mexicanos diésemos una oportunidad a los empresarios y comerciantes nacionales, las utilidades se quedarían en casa y habría más para repartir entre nosotros. Habría alguna posibilidad de supervivencia para los fabricantes nacionales (otra especie en extinción) y eso los alentaría a competir entre ellos, lo que redundaría en mejores productos y en inversión nacional en investigación y desarrollo.

Promover la tecnología mexicana. Sí la hay.

Cuidar el agua, el gas, la electricidad. Lavar sólo con detergentes biodegradables. Usar la gasolina que menos contamina. No mover el auto si la distancia o el destino no lo ameritan.

* Gracias, Armando, por la invitarme a compartir estas ideas.

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14.2.06  :: 02:53

Fado Curvo*

La lluvia moja la tarde. Una tarde gris y pausada como la de un día de buen término. El tiempo se desliza sin prisa como en un reloj de arena repleto de hormigas. Escucho al fondo un fado. Nada más. Hasta el ruido de la calle se esconde del aguacero.

Nada pasa. Nada hay que hacer sino ver llover y no mojarse. Te busco, amor, como te busqué otras tardes, así de húmedas, así de lánguidas. No estás a mi lado. Te hallo dentro.

Recostada sobre la cama de frente a la ventana, evoco los tiempos en que me envolví en tus brazos y aquellos en que desesperé por retenerlos. Los tiempos de tardes eternas en los que nos enardeció el olor a sexo y los tiempos en que olió a nardo porque aún sin estarlo, te declaré muerto. Contaría tantos... y sin embargo, años y años parecen sólo un ramito de momentos. Sé que basta con abrir la mano, ponerla ante mi boca y soplar apenas para que de tan leves se dispersen al vuelo. Pero nada, que sin su dosis de amargura, no hay dulzura que no sea fatua.

Fado da Saudade

Quero falar-te da Saudade
Este fado português
Que há muito não lembrava
Sinto falta dos momentos
Aqueles que ainda não partilhámos
Sinto falta do teu cheiro
Aquele que não tive tempo de reter
Sinto falta do teu toque
O teu beijo
A minha mão passeando em ti
Tenho Saudade
Saudade que não conheces
Onde estás não existe
Aqui, tenho-a comigo desde que partiste
Um abraço fugido
Um beijo esquecido
E eu aqui
Neste fado da saudade que te guardo

Quiero hablarte de la Saudade / Este fado portugués / Del que hace mucho no me acordaba / Añoro los momentos /Aquellos que aún no compartimos / Añoro tu olor / Aquel que no tuve tiempo de retener / Añoro tu toque / Tu beso / Mi mano paseando sobre ti / Tengo Añoranza / Añoranza que no conoces / Donde estás no existe / Aquí, la tengo conmigo desde que partiste / Un abrazo huido / Un beso olvidado / Y yo aquí / En este fado de la saudade que te guardo.

Deja la noche caer sobre la ciudad su negra cabellera. Afuera sigue lloviendo.

* Me gusta el nombre del disco de Mariza. En esta página pueden encontrarse algunos fados cantados por ella. Me gusta Primavera.

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7.2.06  :: 17:06

El Canto de la Memoria

« Las mujeres son nubes
los hombres mares
los amores la lluvia
y el sol pesares »
« Qué largas son las semanas
de la vida del deseo
yo te voy a ver mañana
y si el jueves no te veo
es porque vives tratada
a medida del deseo »
« En la cárcel de la esperanza
quise encerrar dos palomas
por acariciar a la mansa
se me fue la cimarrona »
« Soy el mero venadito
de las montañas de Umbría
ya no bajo al arroyito
donde tú me divertías
ya no soy ese mismito
que con tus besos moría »
« ¿De qué me sirven los ojos,
si cuando cantan no aguantan?
Se llenan todos de lluvia
igual que las tierras bajas.

Y si el pañuelo es el sol
y son profundas las aguas,
¡cómo quieres que se seque
la inundación de mi alma! »
« Una conchita pesqué
en el amor de Cupido
y luego que la saqué
me puse muy afligido
de ver que no la encontré
como me la habia ofrecido »

Estos son algunos de los versos que fueron recopilados por Patricio Hidalgo en su libro, El Canto de la Memoria, cincuenta años de versada en el sur de Veracruz. En él recoge Patricio las rimas de conocidos trovadores de la región de Sotavento y las traslada de sus voces al papel para evitarles el olvido en el tiempo. Versos compuestos, quizás improvisados, para ser cantados en la fiesta, en los fandangos veracruzanos.

Y sí, me fuí religiosamente al Encuentro Nacional de Jaraneros y Decimeros en Tlacotalpan, Veracruz, durante las fiestas de la Candelaria. Alguno al que le avisé preguntó que si de negocios. De negocios, le contesté. Cómo explicarle lo que ni yo intento explicarme, el gusto por el son, lo hipnotico del fandango. Los amigos ausentes: Leopoldo, Alejandra, Ruy ... y cómo no, también Patricio.

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1.2.06  :: 06:02

Hubo una vez en que nuestra visión del mundo fue precisa, como bolas pegando unas contra otras en un juego de billar. Así nos lo mostraron desde Descartes hasta Newton. Pero otros - Planck, Einstein, Bohr, Heisenberg y otros cuantos - , entre cuantos y relatividad, han abierto un agujero en nuestra certeza del mundo por el que se deshiela nuestra noción de la realidad.

Lo más preciso, lo han probado, es la imprecisión y lo improbable.

Partículas que están, pero no están ... y que ni siquiera son; universos paralelos; repeticiones infinitas como en una casa de espejos; inestabilidad, desorden, desequilibrio, asimetría e irreversibilidad ... y cada uno de nosotros un observador solitario ... o sólo una observación de algo que no es, no ha sido y no será.

Tantas posibilidades e imposibilidades no me convencen de otras realidades. De lo que sí, es de que el aquí y el ahora es lo único que es verdad. ¡Uy, ya no!

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