Asakhira
Explorando territorios Patricia @révalo
Vamos siendo nuestra propia isla,
arriesgando leyendas
sobre los límites del mundo ...
                           Teresa Melo, Cuba


30.9.03  :: 15:04

Un día estaba con la vista clavada en algún papel sobre mi escritorio, cuando apareció ante mis ojos un resuelto elefante, estampado sobre una tela morada que pendía del cuello del que, en ese momento - cuando alcé mi vista hasta sus ojos - supe, habría de ser mi futuro inmediato.

No era la primera vez que algo así me pasaba. La primera fue cuando observé la mano que portaba el paraguas que me cubría de la lluvia a la salida tardía de algún bar parisino.

Regresando al punto, esa corbata fue detonante. Al espécimen portador, yo no le conocía. Tenía escasas horas de haber regresado a mi trabajo tras una ausencia de meses, y él ya estaba ahí, invitándome a celebrar con él su cumpleaños, por lo que pensé que se trataba de una broma, de alguna corbata jocosa, que sé yo, pero no. Él era un poco más serio que mi suposición y esa era su prenda favorita.

La corbata. Ese pedazo de tela inútil y que tan controvertidos sentimientos provoca en los hombres.

En este caso la corbata esa, era eso, su prenda favorita, un artículo muy personal. ¡Ah, él también solía usar corbatas de moñito! Yo creo que los problemas entre nosotros empezaron cuando a él le dio igual usar una de rayitas que otra de rombitos.

Otro, también histórico, las ostentaba vibrantes, chinas, de seda, en colores chillantes: rosa mexicano, verde botella. Todavía le gustan, como los calcetines con muñequitos, aunque ahora ha dejado de usar sus muy anticuados tirantes.

Uno más, éste aventurero, no la usaba cuando le conocí y juró que jamás y bajo ninguna circunstancia lo haría, por lo que el día que necesité ir acompañada a un evento por un hombre rigurosamente enfundado en smoking, no fue su compañía la que requerí, y esto fue motivo de serias desavenencias.

Yo supuse que el agradecería que yo no le molestara contraviniendo la pujanza de sus convicciones: no sólo se trataba de una corbata, sino hasta de rentar el atuendo. Sin embargo, a él le ofendió el que yo le hubiera negado la oportunidad de declinar mi convite. Creo. Porque por más que argumentó, no fui capaz de creerle, en ese momento, que él hubiera aceptado amoldarse. Invitar a otro, fue tan solo una decisión práctica.

Años después, lo veo, extraviada la actitud acérrima, enrolado sin rebeldía entre las huestes corporativas y enfundado en el uniforme semimilitar que usan a diario 600 millones de hombres. Bendito sea dios, que a mí no me tocó verlo invertir sus criterios.

La corbata. Nada hay que diga más de un hombre, así de inmediato, que su actitud con respecto a dicha prenda.

Desde el siglo XVII, en que el uniforme de los mercenarios croatas inspiró a Luis XIV para la imposición de la moda de un lienzo anudado alrededor del cuello, la corbata ha sido un signo de prestigio y distinción ante el que casi cualquier hombre condesciende. Sólo tras la Revolución Francesa fue proscrito su uso, por ser considerado aristocrático, pero el dandismo lo reivindicó y Langsdorf, en los años 20, la modernizó, para hoy día ser anudada en 22 formas distintas.

La corbata. De la corbata dice Daniel Salinas, «nuestra vocación de prostituirnos en cada día laboral tiene infinitas formas y manifestaciones, pero solo un símbolo permanente: la corbata. (...) Es el salvoconducto hacia la esclavitud. La corbata es un una horca eterna (...) está aquí, omnipresente, lastimando mi cuello, haciéndome ver ridículo, clasemediero (...) Si ser adulto significa ser un servil insecto encorbatado, me niego a serlo (...) la madurez no ha llegado y que bueno. Según mis familiares, para este entonces habría olvidado ciertos gustos musicales y literarios y me habría vuelto católico por conveniencia y comodidad social.»

Sin llegar a los extremos de Daniel, opino que en algo tiene razón, el olvido de las convicciones, de uno mismo, como todo vicio, por alguna insignificancia empieza.

La corbata. Yo prefiero a los hombres que prescinden de ella y que no por ello son menos distinguidos, de hecho por ahí empiezan; y a los que si la usan, siempre u ocasionalmente, la gustan y la acostumbran muy, pero muy de ellos.

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29.9.03  :: 21:16

¿Cuál es la diferencia entre un cepillo de dientes que cuesta tres pesos con cincuenta centavos y otro cuyo precio es de treinta y tres pesos con ochenta? Por más que revisé no logré encontrarla.

Compré uno para mí de dieciséis y otro de tres cincuenta, por si a alguien le hace feliz hacer uso de él al día siguiente.

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:: 09:45

"La felicidad es una marca", reza uno de los espectaculares de la nueva campaña publicitaria de Avantel.

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28.9.03  :: 19:50

Mi nombre es Bond, James Bond.

Desenfundamos todos al mismo tiempo y colocamos nuestras armas sobre la mesa. Un minucioso escrutinio de las particularidades técnicas de nuestros celulares, sobre todo de los más recientes modelos, nos sirve para romper el hielo. Diez minutos o más. Lo que de niños queda y juguetes nuevos. ¿La novedad? El que viene integrado a la palm. Mira, aquí el micrófono, acá el auricular. Ah! La cámara digital para ensamblar al móvil, portada como llavero, es la cosa actual.

A algunos de los oídos y de la solapa, les cuelgan cables que los mantienen conectados a sus prótesis cibernéticas, a manos libres, para seguir hablando con otros desde esta mesa o mientras caminan, manejan o permanecen sentados en el retrete. Éstos, los que no y yo, todos hablamos e intercambiamos mensajes, texto o voz - la avanzada, vía Internet inalámbrico, onda siempre estar conectado -, en la apremiante intentona de mantener el control sobre cosas a las que nos hemos adiestrado en calificar de urgentes, neuróticos blancos del marketing.

Y las palmtops. La computadora portátil, mínima. Equipada incluso con teclado plegable para quienes rehúsamos escribir como telegrafistas, a pulsos, sobre un minúsculo teclado númerico. Ahí las fotos, nunca más en la cartera; ahí los nuevos contactos, sus teléfonos, aunque de éstos la mayor parte no valga la pena otra cosa más que olvidarlos por ahí escritos en una servilleta. El artilugio de la memoria extendida. Que nada se olvide, que nada se pierda.

Armaduras. Esqueleto exógeno.

La innovación en mercadotecnia consiste en la reinvención de los consumidores.

Dentro del corto plazo, se iniciará la comercialización de los siguientes productos que creo que esquematizan bien el cercano futuro y pueden llegar a ser incluso muy comerciales:

  • Máquinas de afeitar que rasuran con un haz de luz, marca Gillete.
  • Papel digital, ultradelgado y flexible, reusable, fabricado con moléculas que cambian de color al contacto con una punta eléctrica, marca Siemens.
  • Lentes de sol, Eye Top, con monitor miniatura e inalámbrico, que simula la visión de un monitor de 21” sin obstaculizar el campo de visión natural, marca Ingineo.

Asimismo, se inicia la de estos otros en los que creo menos, pero que considerando lo mucho que gustaron los tamagochis, igual y vienen a resolver otras profundas inquietudes.

  • Robots de control remoto, P.E.B.B.L.E.S, que asistan a la escuela cuando los niños no puedan asistir por la razón que sea (tolerancia cero a enfermos y remolones), que transmitirán imagén y sonido en doble vía para permitir la interacción virtual con el maestro, marca Telbotics.
  • Muñecos computarizados, RealCare® Baby, que lloran cuando "tienen" hambre, se les alimenta con biberón, eructan, se les mece y se les cambia (¿defecan? La nota no estaba completa), en simulación a la conducta de los recién nacidos con finalidades didácticas y sin riesgo de futuros reclamos por traumas ocasionados, marca BTIO.
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27.9.03  :: 13:23

Anhelo ser tu muela, yacer en ti y adentro de tu boca, cárcel, bañada eternamente en las mareas de tu saliva, perpetuamente acariciada por tu lengua. Enraizada en tu carne, romana que inmola mola en la molienda de las semillas que te dan vida, al borde del precipicio del que emerge tu voz profunda.

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:: 13:01

Eminem's caught smokin weed!!!!

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26.9.03  :: 15:15

Mañanero

Los hombres nunca están dispuestos a perder una negociación por las mañanas, la concentración de testosterona y cortisol a esas horas es demasiado alta. A la tardecita es diferente. Efecto de la ritmicidad circadiana de las hormonas.

La testosterona es uno de tres andrógenos que regulan la sexualidad. Mientras los hombres mantienen un nivel de esta hormona en la sangre entre los 437 a 707 ng/dl (nanogramos por decilitro), en las mujeres su nivel está entre los 24 a 47 ng/dl, apenas un 5%.

Entre sus efectos, además de la regulación de las gónadas sexuales masculinas, se encuentran los siguientes:

  • Hipertrofia de la laringe y producción de la voz grave (!).
  • Crecimiento del vello en el pubis, tronco, barba y extremidades. (!)
  • Calvicie. (! Así señala la naturaleza el exceso)
  • El comportamiento más agresivo y mayor vigor físico y muscular en el hombre que en la mujer. (!)
  • Y muy importante, la líbido o deseo sexual. (¡Ahí va nuestro 5%!!)

El cortisol, la otra hormona, prepara al cuerpo para la actividad. Su nivel en la sangre varía conforme avanza el día. Concentrado muy altamente al levantarse, llega a su mínimo al anochecer. Mientras su concentración es fuerte, inhibe la secreción de hormonas sexuales, tanto en el hombre como en la mujer. Su combinación con la tetosterona es explosiva y responsable del vigor matutino y del desempeño competitivo. El stress, lo eleva. Su carencia, es depresión.

¿Queda claro porqué pues, es más fácil conseguir un de ellos por las tardes?

Resulta interesante que mientras los hombres bajan su nivel de testosterona tras la consumación del acto sexual, debilitando su capacidad de contracción de los músculos, por lo que les es poco recomendable la posterior realización de esfuerzo físico, menos aún de competencia, las mujeres lo elevan, por lo que incluso hay entrenadores que lo recomiendan.

«Podemos fundamentar científicamente que mujeres que han tenido actividad sexual poco antes de una carrera obtienen mejores resultados», afirmó Uwe Hakus, entrenador de los velocistas alemanes, en una entrevista con la revista especializada "Fit for Fun".

Así que no resulta extraño que una casi siempre termine revitalizada.

Al igual que en las mujeres está presente esta hormona masculina en una pequeña concentración, los tejidos de los hombres aromatizan* una pequeña proporción de testosterona para producir la hormona femenina, el estradiol, responsable entre otras cosas de nuestros estados anímicos y de la memoria.

* Química y poéticamente hablando.

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25.9.03  :: 18:47

Hello world!!

Hay días en que una amanece demasiado temprano. Días en que una se enreda de nuevo entre las sábanas para gozar su blando abrazo. Días en que una siente a flor de piel, electricidad. En los que una se percata del roce de sus piernas, en los que una siente que el aire la besa y en los que, con la cabellera revuelta, una sola se acaricia. Días en que mis ojos buscan a los tuyos entre los ojos de los hombres; días en que una les sonríe y ellos corresponden. Días en que una tiene fantasías, imágenes; días en los que una quiere colocarse tus caricias en qué partes! Mi cuerpo haciéndose escuchar, cocktail de hormonas trastornante.

Nota: Cualquier parecido con el día de la autora, es mera coincidencia.

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24.9.03  :: 14:37

Encontraron a Nemo

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:: 11:49

Cuando uno no sabe siquiera si lleva rumbo, se dificulta confesarse extraviado. Entre descubrir lo irreconocible del contexto y la certeza de no albergar la más nimia idea, media el pasmo. La reiterada búsqueda de signos que esperancen.

Hay noches en las que uno necesita hurgar entre sus huellas, meter la mano en su costado, para recordarse, para palparse, para saber qué anhela, para volver a delinear sus trazos, para encontrar su cauce. Sin nostalgia, que atrás todo se deshace.

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22.9.03  :: 23:26

33

Hoz de luna,
puño de nubes;
Montada en el
Unicornio,
Subes, subes,
mi niña bruna.

Tuna, tuna;
Segada por
hoz de luna.

¿Cuándo
me querrás a mí?

Niña,
mi niña bruna.



26 Fantasma

Insisto.
Yo, siempre insisto:
el vuelo en la desmesura
fue en mí una constante atroz.

Nací bajo el signo
de una estrella fugaz
impuntual y sarcástica.

Los borbotantes de mi noche partera,
sólo fúnebres centelleos.

Los viejos lobos de mi manada:
petrificados y fantasmagóricos
padres fundadores.

El manto de mi consuelo,
feroz madrugada invernal.

Mi llanto, hornada de alabastro
                 y musgo.

Vivo a la intemperie universal.
No tengo más piel
que las arenas de un desierto;
ni más sentidos que oscuros espasmos
de una noche agorera.

La virgen que me amadrina
es una adúltera inconfesa.
Y el suelo que sostiene mis plantas,
voraz pañuelo de seda
que me servirá de mortaja.

Jorge y Pedro son dos hombres que me gustan. Me atraen los hombres como ellos. Hombres que se proponen, que ejecutan, que resuelven; a los que no les pesan los pesares, ni los años, ni la tos, ni los vaivenes para adentrarse en el infinito amar océano de la vida. Hombres de mar que no se quedan en los puertos, que desdibujan mapas, que conciben sus propios continentes. Hombres que cavilan, no vacilan, que no temen a equivocarse, ni a sufragar el coste de su impericia; que se repliegan, que se crecen, que se regresan, para los cuales no es rendirse virar su tajamar a la búsqueda de nuevos rumbos y en cambio sí, la resignación. Hombres que no mienten, ni se mienten. Hombres que no ceden el timón de su nave porque son barco, almirante y tripulación. Hombres que prefieren quedarse dormidos abrazados por el mar.

Pedro y Jorge, son dos hombres buenos, mayores, apasionados. Pedro más añoso que Jorge. Jorge y Pedro son dos, que no se guardan del desvelo, ni del absurdo, ni de las formas. Uno guisa de madrugada, Pedro, para celebrar con sus amigos. El otro cose a mano los libros que imprime en su taller cuasi-informático La Tibia de Rocinante.

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21.9.03  :: 11:40

A Pedro le gusta que lo lean, así que en cuanto se lo propuse, consintió él entusiasmado. Para esta tarde de domingo, se me antoja compartir con ustedes una lectura en la que yo me he deleitado: Fábula de Gubidxa, Mudubina y Xtagabe’ñe, basada en una leyenda juchiteca, escrita por uno e ilustrada por otro gran amigo, que he transcrito para esta Biblioteca al Alcance de tus Ojos, cosa que no se pierda junto con su último ejemplar en el asiento trasero de un taxi.

«Mudubina, en esas tardes ocres, espera que pase el fascinante andar de Xtagabe’ñe’ con su musculoso torso moreno y sus recias piernas que avanzan por la senda marina. Esto le inunda de zozobra las pupilas como una oleada salobre que después se retira sedeña de ese mar próximo, alucinante y revuelto, pero en triste calma.»

Regreso al cálido Itsmo de Tehuantepec, del cual el abate Charles Etienne Brasseur, un enamorado de México, dice, en las crónicas de sus viajes realizados entre 1859 y 1860 ¹, cuando describe este paraíso salvaje de manglares y fauna exuberantes, flamingos, garzas, faisanes y verdes loros y reptiles y luciérnagas (las más grandes) y mosquitos y plantas acuaticas, alrededor del río Guatzacolacos, recordándome a mí lo sentido alguna noche de lluvia de estrellas, «Por encima de mi cabeza miles de estrellas de oro, de un tamaño desacostumbrado, se desprendían de la bóveda azul que, hasta en sus infinitas profundidades, parecía inundada por una especie de polvo luminoso, donde mis ojos absortos buscaban incesantemente descubrir nuevas constelaciones. Esta magnificencia, con la cual nada se puede comparar en las frías regiones de nuestra Europa, me arrastraba de fantasía en fantasía; yo me transportaba a un mundo ideal, creyéndome en tiempos antiguos...».

¹ Viaje por el Istmo de Tehuantepec 1859-1860. México, FCE, 1981. Col, Lecturas Mexicanas No. 18.

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19.9.03  :: 12:20

Ella se encuentra casi recuperada de las heridas en la cabeza y de los huesos rotos a consecuencia del accidente que sufrió el año pasado, cuando su peluquera estrelló su auto, ella en el asiento del copiloto, contra un poste del alumbrado público del Sunset Boulevard, en Hollywood.
Tiene aún inmovilizado el brazo derecho, pero ahora que regrese a Alemania con su esposo, encontrará médicos mejores de los que la han atendido aquí, se dice, y entonces se recuperará totalmente.
No llevaba puesto el cinturón de seguridad. Pero es que a ella, eso no le va.
Especializada en abofetear policías, hace 14 años la sentenciaron a pasar 72 horas recluida en la cárcel, primero por abofetear al que la quiso detener y luego por traer consigo una botella de bourbon abierta.
Un día le preguntaron qué hacía para verse siempre así, radiantemente bella, y yo tomé por máxima su respuesta, un buen amante y una buena dieta.

Denominada "la cortesana más cara desde Madame de Pompadour", Zsa Zsa Gabor, Miss Hungría en 1936, Sari Gabro, famosa por ser famosa, no precisamente una gran actriz, pero si una diva y símbolo sexual, nacida en el seno de una familia dedicada a los diamantes, ha consagrado la vida entera a su prestigiosa carrera: coleccionar maridos, joyas y papelones en noticias de primera plana.

Cazó nueve maridos millonarios, entre ellos, al magnate hotelero Conrad Hilton y a su actual esposo Frederick von Anhalt, Duque de Sajonia; además de haber tenido sonados romances que incluyen a Howard Hughes, Paul Getty, Frank Sinatra, Burt Lancaster, el ex rey Faruk de Egipto y otros, no tan sonados, como los presidentes de los Estados Unidos, John F. Kennedy y Richard Nixon.

Alguna vez dijo con toda honestidad, amo apasionadamente los trajes bonitos, las pieles bonitas y las joyas bonitas: soy una mujer extremadamente cara.

Zsa Zsa ha escrito cuatro libros: Mi Historia (1960), La Guía Completa para Hombres de Zsa Zsa Gabor (1969), Cómo Atrapar a un Hombre, Cómo Mantener a un Hombre, Cómo Deshacerse de un Hombre (1971) y en 1991, su autobiografía, Una Vida no es Suficiente, de los cuales, sobra decirlo, ninguno he leído.

En 1952 encarnó a Jane Avril en la película Moulin Rouge, en una de sus dos mejores actuaciones, dirigida por John Huston, y en la que José Ferrer dio vida a Henri de Toulouse-Lautrec, literalmente, sobre sus rodillas. Su otro mejor papel fue en la película, Reina del Espacio Exterior, en 1958, y también se la recuerda por haber actuado, ese mismo año, en Sed de Mal, de Orson Wells.

De ella son joyas como las siguientes:

  • Personalmente, no sé nada sobre el sexo, y es porque siempre he estado casada.
  • Las personas a las que nada se les puede reprochar tienen, de todas formas, un defecto capital: no son nada interesantes.
  • Cuando un hombre se echa atrás, retrocede de verdad. Una mujer sólo retrocede para coger carrerilla.
  • Yo creo en las familias numerosas: toda mujer debería tener al menos tres maridos.
  • Una chica debe casarse por amor, y seguir haciéndolo hasta encontrarlo.
  • Quiero un hombre que sea amable y comprensivo. ¿Es eso mucho pedir de un millonario?
  • Para una chica lista los hombres no son problema, son la respuesta.

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18.9.03  :: 21:56

Nada de este universo tecnológico es 100% confiable y menos los servicios que son gratuitos. Hoy Kaptain Kurtz debió mudarse forzada a su antigua casa en el Submundo, sencillamente porque al servidor de ZonaLibre, donde tenía alojado su blog, La Fabrica de las Pequeñas Cosas, le dieron switch off sin previo aviso y sin respaldos.

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:: 14:31

Cuento que Busca Nombre.

Érase una vez que era un paisaje inextricable, un cosmos en constante movimiento, en cuyo seno, masas coloidales de distintos materiales, mezclas y fusiones de todos los elementos, radón, paladio, tungsteno, oro, azufre, helio, y muchos más que no conoceremos, se desplazan, se intrincan, se repelen, ya con erupciones de energía, ya suavemente, faltas de un equilibrio perfecto, al compás de estrictas reglas de contraposición y yuxtaposición entre sus cuerpos; donde el cambio de paisaje es tan constante que no hay ni abajo, ni arriba, ni atrás, ni adelante, ni derecha, ni izquierda, ni antes, ni después, dada la inconstancia de las referencias.

Como cuando una ola del mar aprisiona al que se ahoga, así quedó atrapada en este universo una conciencia, transgredida con furia por su magma, y traspuesta y fragmentada con violencia su naturaleza.

Como entes con otra esencia, los engendros de esta unión, no están completamente sujetos a las vaivenes de la violenta placenta. Su presencia se detecta porque, como aguamalas, ondulan iluminadas, apenas si ocupando un volumen en la materia. Sus cuerpos incipientes, no tienen fronteras, igual son dos o tres o mil o millones de moléculas más del magma que les rodea, tienen esa facilidad de incorporar así todas las que quieran, pero prefieren permanecer ligeras, pues entre más cohesionan, menos brillan y son más vulnerables y eso les duele cuando son vapuleadas por las fuerzas.

Saben que hay cerca otro de ellos por eso, porque son conciencia. Y cuando admiten al otro, confunden sus fronteras, no importa lo que haya entre ambos o el número de entes que sean, todo pasa a formar parte de un solo cuerpo, figuras imposibles de moléculas que juntas se mantienen resistiendo a las convulsiones de su universo. Que otra vez son rotas y otra vez se funden y otra vez son otras, eternamente nuevas.

Mientras duran en síntesis sus cuerpos, entran en éxtasis sus conciencias. Su potencial de contemplación se dilata multiplicado, sintiéndose a más entes, más cerca, de ser otra vez una conciencia total, y a ese asomo le llaman verdad y ésta una y otra vez se quiebra, pero su experiencia, siempre incompleta, siempre fascinante, es lo único que les consuela, a estos entes atrapados en una dimensión, que no les corresponde, por una eternidad entera.

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17.9.03  :: 15:42

Alguna vez leí, en algún decálogo donjuanezco, que para no crear compromiso, un@ (no sólo él) no debe buscar a el/la compañer@ de andanzas más de una vez cada tres semanas. Tampoco permitirle que deje su cepillo de dientes, y menos, como ha dicho Pinky, tomar el desayuno juntos por la mañana.

De Ivaginaria: “Quien se Lleva se Aguanta”, vía Mondo Cucamonga.

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:: 00:33

Lo consecuente es que deberíamos ir a un bar, tu pedir un whiskey, yo una copa de vino, o la botella entera de vino, y sentarnos ahí a platicar durante largas horas.

Esto es cierto con respecto a la red: uno conversa, se comunica, discute, acuerda, conviene, admira, se apoya, trabaja, se pelea y hasta siente por personas que siguen estando físicamente distantes, sin importar lo mucho que se diga, aunque sí importando lo dicho, porque el intercambio de ideas, indiscutiblemente, acorta otras distancias.

Entre más lejos más cerca, entre más cerca más lejos.

No es ficción. Si sucede, no es ficción. Si se siente, no es ficción. Una red de apoyo, como la llaman los psicólogos, no es ficción. Prestarse atención, no es ficción. Leerse mutuamente, no es ficción. Una carta nunca fue ficción. Si lo fuera, entonces los libros son todos ficción, porque el escritor no está ahí para decirle al oído las palabras a su lector.

Es verdad que el medio se presta para la actuación, para la máscara. El escritor se enmascara detrás de sus personajes. Las personas con las que a diario interactuamos, también; el vecino también, la pareja también, yo conmigo misma, también.

Entonces no son ningún problema las máscaras. Timadores siempre hay. Yo conozco muchos y no los conocí por Internet, a la peor la conocí viéndome al espejo.

Lo realmente malo de este medio es la imposibilidad de tomarme esa botella contigo, de escuchar tu voz, tu risa emanando de tu boca; de aprenderme tus gestos; de sentir tu abrazo, de percibir tu cuerpo, tu peso; de tomarte de la mano, de sentirla sobre mi espalda; de ir contigo a la tienda a comprar otra cerveza, de esperar a que me alargues una silla; de quedarnos mirando en silencio. Y en este medio, esto es irremediable. Y también soy viciosa de todo ello, eso me queda muy claro. Por eso es que cuando digo que entre más lejos más cerca, entre más cerca más lejos, es porque hay algo que me está punzando.

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16.9.03  :: 17:54

Esta es mi bitácora donde guardo notas y mi cuaderno donde ejercito la escritura. También es una extensión de mi casa (hasta esté pintada con los mismos colores) y me gusta recibir igual. No esperes que te haga llorar, nadie más lejos que yo de Onetti. Tampoco pretendo hacerlo. Y sí, sí soy obsesiva.

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:: 01:39

Nicomenicus me envió este cuento que también a mí me gustó mucho. Me hizó pensar en las promesas que se hacen cuando, sin terminar, pero sin saber si regresarán, se separan los amantes.

Hay por cierto una promesa, que cómo me gustaría solicitar su cumplimiento.

Como sé que un recuerdo no se le niega a nadie, te mando éste que sin querer se abrió paso con una pujanza que parecía desmentir su antigüedad. Porque, en efecto, hacía más de diez años que ni la sombra de tu nombre me venía a la cabeza y eso que tu departamento, donde tantas veces nos evadimos de la vida pública, sigue plantado como siempre en el camino de tu casa a la universidad. Durante mucho tiempo, a pesar de que un día lo creímos imposible, me olvidé de ti.
Hace rato de me viniste a la memoria: primero como unos labios, luego como una cara borrosa que se iluminó, lentamente, a partir de una sonrisa que hizo resucitar tu cuerpo y los detalles de tu habitación: la repisa con búhos, la colcha de satín, el sofá gris donde tu ropa se aburría con la mía, mientras tú y yo -conste que no digo nosotros- nos barajábamos como naipes de póker, y entre risas y ansias, apostábamos a una sola carta el resto de la vida. Y perdimos, ¿te acuerdas?
Pero te recordé en tu mejor momento: protagonista de esa época que ha dado a mi vida tintes de epopeya, porque esa vez fui todos los hombres que te habían deseado y tú, todas las mujeres que he querido tener. El ramalazo de esta imagen donde apareces victoriosa brincando me deja aturdido, con una inmensa sensación de pérdida: te siento como un hoyo en el estómago, pues a mí, debo decírtelo, más allá de romanticismos baratos, es en el estómago donde se me materializa la añoranza, donde tengo el alma bañada en jugos gástricos.
Sentí tu pelo en mis manos, sentí tu espalda, vi tus ojos cerrarse contra las sábanas y me dolió como una coz de mula tu falta, tu ausencia simple y llana. Estamos a más de diez años de esta escena y compruebo, una vez más, que el amor es menos intenso que la nostalgia. Muerdo la boquilla del cigarro y evito tu nombre. Tú, lo supongo, sigues como entonces: casada, bien casada y yo, fiel a nuestro viejo acuerdo, te rindo este homenaje anónimo, en el que disfrazado soy una mera voz narrativa y tú, un personaje sin más identificación que una recámara, como hay miles de recámaras; porque si te has fijado, no hablo del color de tus ojos ni menciono ciertos lunares, y el sillón de tu cuarto lo he vuelto gris deliberadamente.
Lo que de este recuerdo importa es la estructura, no los nombres que nos dábamos entonces; tampoco digo lo que ocurrió realmente: ningún lector, metiche en esta historia, sabrá la causa por la cual dejamos de vernos; sólo sabrá que un yo y un tú dejaron de verse y podrá imaginar lo que se le dé la gana: que no estuve a la altura de tus exigencias, que a la hora de la verdad nos faltaron agallas o que no nos queríamos lo suficiente: me tienen sin cuidado las conjeturas que de aquí puedan derivarse. Yo he preferido desdibujar tu rastro para cumplir una promesa que tal vez no recuerdes; pero en esa ocasión en que luchábamos a muerte, apostándonos a una sola carta, te dije que si algún día remoto e indeseable, cuando todo entre nosotros hubiera terminado, me acordaba de ti, te dedicaría unas palabras sin comprometerte, las más sinceras y las más auténticas. He cumplido: un recuerdo, igual que un vaso de agua, no se le niega a nadie.

Actualización: Consciente mi amigo de que un crédito tampoco se le niega a nadie, me avisa que el cuento es de su querido amigo Óscar de la Borbolla, de su libro "Un recuerdo no se le niega a nadie. Autobiografía ucrónica".

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15.9.03  :: 22:13

«Ningún mexicano le da derecho a otro mexicano de ser alguien. Ni la intelectualidad, ni las instituciones educativas de México. Nadie te da chance de ser. Es espantosa la autoflagelación de la cultura mexicana y de los mexicanos (...) la parte triunfadora, como la de Hernán Cortés, la aborrecemos, pese a que genuinamente es nuestro padre, nos guste o no.» Armando Ramírez

Hoy todos somos Zapata. Parece navidad pero es día patrio. Todos mis vecinos tienen festejo familiar. Estamos necesitados de festejos. Al respecto me encontré con este artículo de Blanca Valadez, por vía del Morcillo, en el que entrevera con la suya, las opiniones de Ramírez y de Roger Bartra.

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:: 17:17

Irene es una mujer proyecto delgada, alta y de ojos negros como la impiedad. Para ella, incluso cuando se acabó nuestra relación laboral, que nunca la de amistad (ésa solo la hemos dejado suspendida, colgada del armario donde cuelgan las cosas de su beba), siempre he sido su JefaJefa, dicho con esos negros ojos desafiantes y voz mordaz. En el fondo de su acre alma de ex chica banda titulada, magnífica ingeniera, lo que siente por mí es hasta tierno. ¡Ah, qué dura vieja, que no se cree ni sus propios pretextos! Un día me invitó a comer con cierta insistencia. Acepté y vino por mí. Bajamos hasta el estacionamiento y abordamos un flamante carrodesos. No era un Lamborghini, pero sí un auto sobradamente soberbio. Había que subir una rampa. Nosotras en posición. Carro atras, carro adelante, ya el clutch, ya el acelerador, violentos cabeceos. Finalmente logró subir entre un rechinón de llantas y el rugido desbocado del motor. Una vez en la calle, me animé a preguntarle si el automóvil era nuevo. Lo había comprado hacía dos días. Le pregunté también si había tomado clases de manejo. Ahí fue que pálida, decidí ajustarme el cinturón. Cuando lo fue a recoger a la agencia, igual que esta vez y sin previo entrenamiento, pero con alguna remota noción, lo sacó a rodar por Periférico, la vía rápida que circunda la ciudad. Para ella, de rápido aprendizaje, esa fue suficiente preparación.

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:: 03:32

¿Qué es un monitor? Es una botella de cristal sellada, sin aire dentro, que porta mi mensaje de náufraga a través del Mar de Redes, con la intención de, al llegar a playa, llamar la atención de tus ojos vagabundos (bueno, al menos el mío, que aún ocupa media mesa).

¿Qué es un píxel? Picture Element. Es una trinidad conformada por tres gotas de fósforo coloreado, una roja, otra verde, otra azul, que responden excitadas al golpe del rayo de electrones del color que se les semeja, iluminándose cada una con la misma intensidad con que éste las vulnera.

¿Qué es la pantalla? Es una multitud de píxeles que recubren el fondo de la botella, en la que cada trinidad emite luz de uno entre miles de colores, ilusión que crea la convergencia de las tres fosforescencias provocadas por el trío de haces de electrones, que se desprenden del cátodo hasta el ánodo, del cuello al culo de la ampolleta.

¿Qué es la imagen que aparece en la pantalla? Es la entelequia provocada por la confluencia sobre la retina del conjunto de miles de puntos de color iluminados, uno a uno, por un electrodo que hace las veces de artillero apuntando a cada píxel, en línea recta y hasta cubrir todo el territorio que la pantalla ofrece, el chorro de electrones prodigiosos hasta completar el cromo. Proceso que reitera para renovarlo, incluso más de sesenta veces por segundo.

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14.9.03  :: 05:13

Post que está ya casi listo.

Sé qué no me gusta del cine, mi ausencia, y la vida a veces se le parece demasiado. Película tridimensional que se observa sin estar involucrado. Diálogos que suceden sin uno. La vida siendo y yo sin injerencia. Sentimiento de aislamiento involuntario. Esto es lo que de la intimidad más me amedrenta. Entre más cerca más lejos. Entre más lejos más cerca. Falsa asistencia. Tampoco lo que he escrito es cierto. De repente una frase, un "¿bailas?", un "¿cómo te sientes?", y una regresa ahí, adonde se encuentra y se percata de que forma parte del mosaico. Noche extraña. Una extraña.

Actualización: Es también mentira que no me guste sentirme ausente viendo cine, es un enorme placer del que disfruto infrecuentemente.

Otra actualización: Creo que lo que siento bien puede describirse como un pasón de sobriedad ¹.

Una más: Empiezo a sospechar que mis lagunas mentales corresponden a estados de extrema presencia.

¹ Frase tomada de una canción de Emiliano Buenfil.

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13.9.03  :: 14:35

Christian hablaba siempre con muchísimo entusiasmo del juego de los bastones que practicaba con su compañeros de Mixtin los miércoles y viernes por las noches en el Parque México. En repetidas ocasiones me invitó a acompañarle.

La noche navideña que precedió el día en que él se fue de México para vivir algún tiempo en el remoto Egipto, fuí con él a su juego de despedida. Traía consigo los bastones para entregarlos al guardián que le sustituiría, varas de maderas resistentes como la del membrillo, que crecieron formando bastones como los de hockey, y tres pelotas remojadas en gasolina, éstas de madera porosa, absorbente, de colorín.

El juego empezó cuando encendieron la primera bola y los capitanes se disputaron el primer golpe tras tocarla al unísono esgrimiendo sus bastones. La oscuridad del parque, la velocidad de los muchachos, el sonido de los bastones que chocan buscando dirigir la bola, la bola cruzando la explanada del parque de un extremo a otro eludiendo llegar al área acordada por meta, la estela de fuego que deja la pelota tras de sí cuando ésta está puesta en movimiento.

El juego se llama Uarhukua Chanakua y lo practican tradicionalmente los P'urhépechas de Michoacán y otras culturas, desde Canada hasta Chile, con sus variantes. Un juego milenario que los murales de Teotihuacan rememoran.

Uar - hu - kua, bastones que se pegan uno a otro
Cha - na - kua, juego

La asociación de las nubes, Mixtin, es un grupo que busca que nuestros jóvenes jueguen de nuevo nuestros juegos, por lo cual se han consolidado en la investigación, preservación y difusión del arte y la cultura indígena mexicanos.

Mixtin A.C. presentó ayer noche dos libros, Tohuehuetlahtol ¹, Nuestra Palabra Antigua, nahuatl para niños y Uarhukua Chanakua ², el juego de los bastones, ambos a base de ilustraciones. La presentación fue en el Museo de la Ciudad de México con muestra de juguetes tradicionales y globos de papel de San Agustin Ohtenco.

Concluida la presentación, se exhibió un video en el que los muchachos recopilaron imágenes de varios juegos indígenas tradicionales. Bellísima la de ellos mismos jugando en el Tajín un juego de gala, impecablemente vestidos de blanca manta, las bolas encendidas, al fondo la pirámide y sobre todo ello, lo negro de la noche. También las de sus juegos con los purépechas en Michoacán, sobre terrenos polvosos; o las de los corredores del desértico Chihuahua, en las fiestas tarahumaras; o las de los jugadores de Ulama en Oaxaca, donde se juega con pelota de resina de hule a la que le pegan alternadamente con el filo de la cadera.

Para celebrar hubo pulque de honor, pulque de mango o guayaba y mole. Yo tomé dos vasos mientras departía con Eliel, Raúl y Carmen. Otras miradas.

Gracias Christian por invitar desde la distancia.

¹ De Inocente Morales Baranda y Miguel Angel Hernandez Sanchez
² De Jorge Gustavo Caicedo Trevilla y Miguel Angel Hernandez Sánchez

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12.9.03  :: 13:36

Daniel, apresúrate a anclar en tu colina, no prolongues los inútiles silencios, ni des pie a que se instale la ausencia, que a mi me duele ya, un poco.

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11.9.03  :: 23:58

Codicia.

- Te gusta, ¿verdad, canija? Me tiene prendida. Es un actor. Lilian dice que es feo cogida de en medio del pecho, hinchiendo de antojos mis retinas, que si le ves la cara, te olvidas de su cuerpo vibra, respira, suda, huele. Pero, tienes razón, es muy erótica boga mi vista sobre las líneas de su vientre. Es cachonda saliva mi boca. A ti te encanta rozan mis dedos su piel con fantasías. ¿Viste ya el resto de la obra? cobijada bajo su mano tiembla mi mano que no es mía.

Despierto del ensueño. Te miro. Tú me observas divertido qué desagradable es ser tan obvia, escancias en mi copa un poco más de vino descubro al diablillo que se oculta en el intenso brillo de tus ojos.

- La vi toda. Me gusta mucho aquella, la de la Habana. También la de las pencas, a la entrada - te contesto, haciendo un esfuerzo por nadar de regreso hasta la playa.
- Ah! Son también muuuy buenas.... Pero ésta te tiene enganchada, no le quitas de encima la mirada.

Ola. Me regresas al abismo. Súbita certeza. Ven conmigo.

- La quiero, ¿cuánto cuesta?
- Siete - contestas.

¿y renunciar a la emoción que su visión me causa? ¿qué he de hacer para volver a verte? Busco papel y discretamente te esbozo. Perspectiva de tu torso que se me ofrece sentada entre tus piernas por debajo de los muslos. De tu vientre, que tu camisa desordenada encubre, asciende un delgado cordón de vello oscuro. Tu mano que es generosamente grande, masculina, reposa a la altura de tu centro, como sosteniendo al pez que yace sobre sobre tu recio pecho. Pescador. Barba cerrada. Piel erizada por el frío. Hombre visto por mujer.

«Vienen del mar, que es el espejo del cielo,
en barcos de humo y sombra, (...)
a dejar que otras manos palpen sus cuerpos febrilmente,
y que otros cuerpos busquen los suyos hasta encontrarlos
como se encuentran al cerrarse los labios de una misma boca,
a fatigar su boca tanto tiempo inactiva,
a poner en libertad sus lenguas de fuego,
a decir las canciones, los juramentos, las malas palabras
en que los hombres concentran el antiguo misterio
de la carne, la sangre y el deseo.»

Xavier Villaurrutia, fragmento de su nocturno de los ángeles.



Lilian Stein ©

¿Qué busca ella cuando caza? Emociones, movimientos, sombras, luz, contrastes; se vacía de ruido para poder observarles desde un estado de pensamiento claro, donde ella está presente. Somos seres de luz -me dice-, especialmente con la foto. Fotógrafa atrevida que sorprende por su persecución de las percepción de los sentidos, por su mirada femenina sobre la magia de lo sensual, y por su concepción estética y su manejo de símbolos. Meditativa, contemplativa. Fotógrafa de desnudos masculinos.

Lilian Stein, mexicana nacida en 1963, inauguro el día de ayer su séptima exposición fotográfica individual "Transición Acuática" en la Galería de Arte Contemporáneo Artieri (Estocolmo 27, Zona Rosa), dentro del décimo aniversario de Fotoseptiembre, al que también fue invitado mi querido Jerónimo Arteaga-Silva, ganador en el 2002 del premio de fotografía Unión Latina/Martín Chambi por su reportaje Vivir en el Desierto.

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:: 14:51


Penquitas Lilian Stein ©

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10.9.03  :: 20:48

Maíz: somos tus hijos

Cancún, en maya “Nido de Serpientes”, actual destino turístico de cinco estrellas, es sede de la quinta reunión ministerial de la OMC (Organización Mundial del Comercio) inaugurada el día de hoy.

Itzamná (cielo), serpiente bicéfala con plumas, Ixchel (luna) y Nohok Ek (Venus) contemplan desde lo alto su tierra, el gran lagarto sobre cuyo dorso solía crecer la vegetación.

En esta lengua de arenas blancas que se adentra en el caribe, no crece ya otra que no sea el pasto inglés, los complejos hoteleros al borde del mismo mar y las canchas de tenis.

Los campesinos y productores forestales de la comunidad de Carrillo Puerto, vecina de Cancún, preocupados por su miserable condición, todos ellos, están presentes aquí también, en este sitio donde han de tomarse decisiones sobre cosas que les atañen. Para muchos de ellos se trata de su primer viaje a estas playas; para otros tantos, es la primera vez que salen fuera de su región.

Han venido a dejarse oír, junto con otros ocho mil ejidatarios mexicanos y junto a zapatistas, indígenas y campesinos provenientes de toda América, Asia, África y Europa, en el Foro Internacional Campesino; y a formar parte de la gran marcha internacional campesina e indígena, “por la soberanía alimentaria”, que también ha tenido lugar hoy día.

Han venido porque las políticas impulsadas por la OMC en el sector agrícola y alimentario, junto a las del Banco Mundial y el FMI, están haciendo desaparecer, tan sólo en la Unión Europea, cada tres minutos, una unidad agraria local, y son 2,500 millones de personas los que viven de la agricultura en todo el mundo.

Han venido a reclamar a los gobiernos la defensa de su cultura alimentaria y de sus políticas rurales; a exigir que se hagan públicas las negociaciones de privatización de los recursos naturales y que éstas estén sometidas al control democrático.

Han venido a ver, si Estados Unidos y la Unión Europea renuncian o no, a corto plazo, a subvencionar las exportaciones de productos agrícolas, que hacen injusta competencia a la producción agrícola local provocando el desplome de los precios agrarios.

Han venido porque padecen hambre; porque el precio de las tortillas, lejos de bajar, se ha duplicado y porque no tienen dinero ni cosecha que puedan vender para pagarlo.

Su posición es "OMC fuera de la agricultura", como la de las más de 100 millones de personas de más de 70 países representadas en el foro.

Defienden todos la subsistencia de la agricultura campesina de explotación familiar y productora en pequeña escala, amenazada por las reglas de mercado que imponen las corporaciones transnacionales como Mitsubishi y Weyerhauser, representadas por la OMC, y por la utilización de semillas transgénicas, patentadas por Monsanto, que contaminan nuestros plantíos, nuestro maíz.

Ellos han traído a Cancún sus plántulas y semillas como símbolo de vida.

Yum Kaax, dios del maíz, hijo de Itzamná e Ixchel, también está preocupado por ellos. Ha colocado sobre su cabeza una mazorca en señal de malaventura. Una mazorca de la variedad Peeu, de color violeta y tamaño pequeño que dilata 40 días en estar listo para su cosecha. Una variedad que les permitía a los mayas cosechar aún y cuando la región hubiese sido azotada por temporales.

Cuando Yum Kaax, esté satisfecho, se quitará de la testa la mazorca y tendrá entre sus manos una vasija con tres de ellas, significando que los campesinos podrán elegir al principio de la época de lluvias, la variedad que deseen sembrar entre las siguientes, para obtener una hermosa cosecha:

  • El sakxim o xnknal, que es maíz grande y blanco.
  • El chakxnuknal, que es grande y rojo.
  • El k-anxin, que es amarillo.

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9.9.03  :: 21:33

El post de Luc en el que expone la iniciativa de la A.P.E.F.P.D.M., "Apadrine a un Mamotreto", los comentarios al respecto (que son ya como el postpost) y el revuelo que ha causado la aparición, a raíz de dicho post, de un tal Joyce en distintas zonas de la blogósfera, me obligan a recapacitar irremediablemente sobre la viabilidad del proyecto Fundación Adopte Un Escritor de reciente creación.

«La Fundación Adopte a un Escritor no se contenta con ser una organización pasiva a la espera de las donaciones. para lograr un mínimo de autogestión y ser autofinanciable también contempla ofrecer una serie de servicios, tales como:

Alquiler de un escritor por horas:
- para aperitivos literarios (damas preferentemente), tardeadas en cantinas, desayunos y cenas en el sanborn´s, etc..
- conferencias de todo tipo,
- amenización de fiestas,
- performance temático,
- catas de vino,
- eventos sociales: 15 años, despedidas de soltera, etc...(...)

Convivencia con un escritor (por días o por semanas)
Este servicio esta básicamente orientado a damas. Afición previa por la literatura no requerida. Llévese a un escritor al destino turístico de su preferencia. Talleres literarios, sexo amable (opcional y sin recargos adicionales), pláticas cultas, paseos ensoñadores, terapia de alcohol y drogas, gastronomía onírica, lecturas importantes (opcional). Introducción a los estados divagatorios (nivel 1).
Si se desea ahondar en un tema en concreto, p.e. Dostoiewsky, avisar con antelación. »

A ver si vamos tomando en serio este asunto del padrinazgo. Amén.

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:: 00:32

Impresión - Arte
Texto de Timm Ulrichts a propósito de
fotos, retratos, Greta Garbo, coliflores y
la impresionabilidad del sujeto.

Este es un texto mágico con efectos visuales tipo cine independiente.
Para descubrirlos, pasa el mouse por aquí para ver el texto completo, por acá para volver a ocultarlo y por encima de cada frase en alemán ¿Para qué? Pues para descubrir la traducción de la cita, frase a frase, y gozar un poco de los distintos ritmos de los idiomas.


Die zentrale Bedeutung
des sehenden Auges,
und sprechenden Blicks
·
für unser Wahr-Nehmung,
unseren Blickkontact
mit der Welt
( gleichviel, ob wir -
·
“zum Sehen geboren,
zum Shauen bestellt” ¹ -
·
mit der Augen
oder durch unsere
Bull-Augen-Fenster
die Welt betrachten)
und die ausserordentliche
Empfänglichkeit
und Verletzlichkeit
dieses Sinnes sind […]
Stimulanzien
unterschiedlichster,
auch
provokatorischer Aktiväten.

Von
herausfordernden
Augenblicken

getroffen und gebannt,
sind auch
die von Künstlern,
“Sehern” und Visionären
erwiderten
geschärften
und durchdringenden
Blicke,
die bildnerischen
      Einsichten und
               Ausblicke,
      Einblicke und
               Aussichten
      stets
               augenfällig
               -

               auffällig.

La relevancia
del ojo que mira
y de la vista que manifiesta
a nuestra percepción,
nuestro contacto ocular
con el mundo
( sin importar si
contemplamos -
“concebidos para ver,
educados para observar” -
el mundo
con los ojos
o a través de nuestra
ventana de ojo de buey)
·
y la extraordinaria
susceptibilidad
y vulnerabilidad
de este sentido, son […]
enervantes
de distinta índole,
también
actos provocadores.
·


De
   momentos
      perturbadores,

fascinantes y encontrados,
      surgen también
   del artista
“videntes” y visionarias,
   insolentes,
      aguzadas
    y penetrantes
         miradas,
            que esculpen
juicios y
         perspectivas,

ideas y
         puntos de vista,

siempre
      evidentes
   -
      impresionantes.


¹ Goethe, Faust II

Agradezco a Nicomenicus su enorme colaboración y desvelo para ayudarme a encontrar una más precisa y eufónica traducción de la cita. Cualquier observación al respecto, es bienvenida.

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8.9.03  :: 00:17

Mirar distinto.

Nada es cierto,
nada es mentira,
todo depende del color del cristal con que se mira.

Tengo una amiga politóloga que gusta de los mapas tanto como de los libros. Yo nunca le entendí el gusto. Quizás eso tenga que ver con que, a pesar de ser exploradora, jamás antes encontré, sino hasta hoy, uno que me gustara tanto como para agasajarme con él hasta el cansancio. Pero hoy vía Microsiervos conocí el de Peters.

En 1974, el cartógrafo alemán Dr. Arno Peters (1916-2002)presentó su planisferio. Un mapa controversial que muestra a cada país, continente y océano en su tamaño real, donde están representadas incluso las zonas polares, y donde, por lo tanto, África se ve como es, catorce veces más grande que Groenlandia.

¿Qué es más grande? ¿Europa o Sudamérica? ¿Todos los países del Norte o los del Sur?

El mapamundi que nos hemos aprendido, no es un planisferio, sino una imagen plana de nuestro planeta, una fotografía y no un plano que considere la tridimensionalidad de la esfera terrestre. Se le conoce como la proyección de Mercator y fue calculado en 1569.

Las principales distorsiones que provoca esta proyección son:

  • Europa (9,7 millones de Kms. cuadrados) aparece mayor que América del Sur (17,8 millones de Kms. cuadrados)
  • Italia tiene igual tamaño que Somalia, siendo ésta última dos veces mayor.
  • Suecia aparece dos veces mayor que Egipto, cuando lo cierto es precisamente lo contrario.
  • La antigua URRS (22,4 millones de Kms. cuadrados) se ve mayor que Africa (30 millones de Kms. cuadrados)
  • El ecuador no aparece en el centro del mapa. Dos tercios del mapa se dedican a la representación del hemisferio norte, un tercio al hemisferio sur.
  • Escandinavia (1,1 millones de Kms. cuadrados) se representa mayor que la India (3,3 millones de Kms. cuadrados)
  • Groenlandia (2,1 millones de Kms. cuadrados) aparece en el mapa mayor que China (9,5 millones de Kms. cuadrados)

La Proyección de Mercator es eurocentrista y distorsiona el tamaño relativo de las masas continentales, inflando las zonas del norte a costa de las regiones ecuatoriales.

En palabras del mismo Arno Peters, "Son siempre los países del Tercer Mundo, los estados excoloniales, las naciones de los pueblos de color los que resultan perjudicados por el mapa Mercator. Este mapa es una expresión de la época de europeización del mundo, de la época en la que el hombre blanco dominaba el planeta, de la época de la explotación colonial del mundo...."

Algunos sitios para visitar:

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7.9.03  :: 12:49

- Quédate quieta.
- ¿Quieta? ¿Cómo?
- Así, quieta.

Al parque lo han iluminado con luces muy blancas, tantas que casi parece luz de día. Lo que antes fue un sugerente desbordar de sombras sepias, ahora es iluminada, blanquecina y fría certeza.

No me mires bajo esta luz anémica. No te equivoques. No quieras colocarme en esta fotografía, que no me apetece encerrarme contigo en ningún portarretrato. Puede que en algo tengas razón y sea yo plana, pero me apuesto entera a que aún y cuando así fuera, yo estoy impresa como coloreada por aquella luz antigua.

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5.9.03  :: 14:45

Dritte Übersetzung dem selbem Satz
o dicho sea de otra manera, la tercera es la vencida...

Yo sé que has de encenderte. Conozco tu sazón y sé sin saberlo, que, sin que tú lo adviertas, sin que yo lo intente y sin ninguna prisa, se desliza por el tobogán de tu olfato sibarita, la escala entera de mis notas frutales que te prenden.

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:: 00:18

Sea «A veces tu ausencia aparece lentamente en mi sonrisa igual que una mancha de aceite en el agua ... » o «He tocado esta carne y no he hallado otra resurrección que el olvido ... », los poemas de JCB, parecen seguir nuestra métrica: estrofas de versos como aguas duras, de semántica muy nuestra; cómputo silábico innecesario.


«He tocado esta carne y no he hallado otra resurrección que el olvido
ni otra vehemencia que aquella de los labios pegados a la noche,
a la oscuridad basada en los cuerpos,
a las palabras dichas para que las bocas resistan el hierro nocturno.
La sangre también recuerda sus hechos de tierra
como un navío que cabecea en los muelles.
El cielo de este día es otra vaga historia,
el anochecer va posando sus alas sobre los nombres escritos.»

De Betania, José Carlos Becerra.

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4.9.03  :: 18:40

Se asientan en mi pecho TeQuieros cimarrones. Sentimientos esclavizados que se amotinan y se escapan y se libertan, que brincan temerarios desde el filo de tus pestañas, o se esconden astutos entre tus líneas o que, más audazmente, se hacen pronunciar entre tus palabras. Prófugos que llegan hasta mis playas, a los que beso largamente las huellas de sus grilletes.

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:: 04:28

Dressig-dreissig no es el mismo bar que el drei und dressig. Regresé a casa hecha una vulgar sopa. Como katze. Para la próxima Nicomenicus avísame a tiempo, con voz sobria y en español. Bitte.

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3.9.03  :: 11:29

A la salida de la escuela, mi madre - que siempre pensó que uno estaba más seguro a su lado que en cualquier otra parte, hasta que se le demostró lo contrario -, nos recogía, nos trepaba al auto y durante algunas horas la acompañábamos en su ambulantaje por la ciudad antes de sentarnos a una mesa a comer.

De la familia, mi hermano el menor y un primo, son los únicos que han sucumbido a las delicias del empleo. De ahí en fuera, tradicionalmente, todos y todas, nos hemos ganado la vida, haciendo negocios, siendo profesionistas independientes, curanderos, médiums, contrabandistas, cronistas de deportes, bailarines de tango, y hasta planchando ajeno.

Mi madre, que tenía cuatro hijos, ningún marido responsable o vivo y tampoco oficio o profesión cierta, tenía pues, que trabajar por seis, porque también vivía con nosotros mi abuela.

En estas épocas de las que hablo, ella vendía jabones. Completaba su oferta con bolsas de cacahuates, pañales y cuanta cosa encontrara a buen precio en las grandes tiendas de los abarroteros, que ella revendía en los pequeños tendajones de barrio. De varios barrios. Varias horas de recorrido que empezaban por la mañana, tras dejarnos en los colegios, y se prolongaban hasta las cuatro o cinco, con la prole en el auto.

Mientras ella negociaba, vendía y cobraba, nosotros en el auto nos quedábamos con la comisión de adelantar alguna tarea. Lo que en realidad sucedía era que mis hermanos, hombres los tres, brincaban retozando de la parte delantera a la trasera y viceversa, se azotaban, se empujaban, jugaban a policías y ladrones, indios y vaqueros, monstruos y supermánes, soldados americanos y alemanes; todo en el interior de la cabina del auto.

Sólo Kalimán los calmaba. Y digo los, porque yo no jugaba. En ese entonces era la mayor (ahora ya no) y de niña siempre fui seria (ya tampoco).

“Kalimán, el Hombre Increíble”, era el nombre de la serie de aventuras que se escuchaba a través de la banda AM del radio.

Kalimán, que había sido educado por los Lamas, luchaba en parajes exóticos para deshacer entuertos sin armas, sin matar a nadie, haciendo uso de sus poderes paranormales.

Él me impresionó para siempre alguna vez en que, para escaparse de algún encierro, fingió estar muerto. Para engañarlos, bajó a voluntad la temperatura de su cuerpo y su ritmo cardíaco. Todavía ahora, si lo imagino, me parece vivir esa experiencia.

Yo escuchaba atentamente el programa y soñaba. Me gustaba Kalimán. Soñaba con su voz que me parecía hermosa, masculina, con su cuerpo fuerte y atlético, con sus ojos hipnotizantes, con su inteligencia y con su abrazo y con la seguridad de estar a su lado. También escuchaba atentamente para asegurarme de que no aparecieran rivales, porque a veces él tenía que rescatar princesas; pero no, aunque él se dejaba besar de ellas, él a ninguna buscaba besar y eso me dejaba muy tranquila.

Ahora sé que Luis Manuel Pelayo le daba su voz a Kalimán y que Luis de Alba era Solín, su pequeño amigo. ¿Cómo creerlo? Serenidad y paciencia...

Algunos enlaces encontrados:

  • Los programas de la serie, se pueden escuchar por internet y por radio en la ciudad de México y de Durango
  • Aquí todo el comic
  • Aquí todo sobre Kalimán
    «(...) curiosa mezcla entre Agatha Christy, Rice Burroughs, Emilio Salgari e Isaac Asimov, puesto que podía ir de una novela policiaca y de misterio como "El insepulto:, hasta un viaje en un submarino miniaturizado a través del cuerpo humano, pasando por aventuras en la selva Amazónica, hablando con animales, o luchando contra los dioses de la mitología griega, e incluso pude ver (a través de los ojos de la radio) a Kalimán enfundado en la armadura de Soliman el Magnífico.» Javier Delgado
  • La versión colombiana de la serie de radio (sin Pelayo)

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2.9.03  :: 12:24

Shiva ronda a Shakti, la sin par formidable. Viril, vital, inquieto. Su aliento electriza el aire.

Él es uno que son tres. Es el principio de la creación (Brahma), el conservador (Vishnu) y el destructor (Shiva) del universo. Es el dios hindú de la fecundidad y de la muerte; de la danza que simboliza el triunfo de la realidad absoluta sobre todas las formas transitorias de la vida, danza que realiza sobre el demonio del olvido del hombre.

En su peinado lleva la luna creciente y el río Ganges enredados. Le cubren una piel de tigre (el orgullo deshoyado) y cenizas. En la mano izquierda lleva un tambor con el que mantiene el ritmo del universo y produce el sonido, el vehículo de la palabra, el verbo. En la derecha lleva el fuego, con el que destruye y conduce todo lo material al infinito océano de la nada.

Bienhechor cuando renueva e inexorable cuando destruye.
Dios erótico, cuya representación es el falo.
A él lo mueve a actuar ella.

Por eso ella son dos. Blanca cuando es Parvati, la pura, la de piel suave, la doncella (no por virgen sino por su juventud soberana), que cuando él danza su danza de destrucción, lo serena; y negra cuando es Kali, la de la roja lengua, de risa feroz y danza frenética, que lo incita a la batalla y a la destrucción; señora del tiempo y de la muerte, bellísima y loca diosa que desconoce la misericordia.

Shiva se rinde ante Shakti para renovarse en su fuego de serpentina. Deja a un lado su omnisciencia para danzar danzas nuevas, para llevar a cabo el Maithuna, la unión cósmica, el amor mágico, el erotismo tántrico que es muerte y resurrección mística.

Él que ya es objeto de amor, necesita de ella, desea ser ella, para experimentar la misma devoción de la que es objeto, para expandir el infinito, para poder saborear sus propias cualidades y el ansia por su encuentro, como sólo ella que le ama puede hacerlo. Ella que ya es él. Él que en ella, es ella.

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:: 11:11

Cuando el hombre perdió la inocencia, perdió con ella la naturalidad con la que podía aceptar la finitud de su existencia. Arrogante y herido, expulsó a los inmortales de su paraíso, se hizo de relojes, se volvió solemne e inventó los ritos y los símbolos sagrados para usurpar y gestionar con lo finito lo divino. Hasta se inventó infiernos, para no caer en tentación de desperdiciar su nueva deidad, el tiempo.

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